Una generación de pequeños «veleiriños» desembarcó en la playa del Prado de Corrubedo

Si hace una semana eran los arenales de Muros, Carnota y Fisterra los que amanecían plagados de las conocidas como medusas azules o velero (Velella velella), el último temporal ha desplazado a una marea de pequeños ejemplares que arribaron a la playa del Prado, en la parroquia ribeirense de Corrubedo. Estos últimos presentan una curiosidad, puesto que su reducido tamaño —entre dos y tres centímetros— ha provocado que algunas personas los hayan llegado a confundir con huevas de chopo.

El biólogo del Instituto Español Oceanografía de A Coruña, Santiago Parra, señala que los conocidos como veleiriños pueden llegar a medir ocho centímetros, y lo que ha ocurrido en este caso es que el temporal los pilló y arrastró siendo muy jóvenes y no han podido seguir creciendo en el mar.

 Por las características que presentan, pertenecen a la misma generación, y todo apunta a que ya han fallecido o lo harán en breve. «En cuanto se deshidratan, mueren y se vuelven transparentes, como un trozo de plástico. Además, el oleaje y la arena también los van rompiendo porque son muy frágiles», apunta el experto.

A todo ello se ha unido le llegada de un buen número de gaviotas, que han encontrado en estas medusas azules un nuevo manjar para alimentarse.

 

Después de los «veleiriños», llegan a las playas de Muros los caracoles azules, una especie rara en las costas gallegas

Ana Lorenzo

De hecho, como ya ha sucedido en la playa de Area Maior de Muros, una vez que estas aves han descubierto la gran cantidad de veleiriños que había sobre la arena, los han devorado.

 Las mareas vivas y la presencia de gaviotas han provocado que, tan pronto llega una oleada de estas medusas a los arenales de la zona, tarde pocas horas en desaparecer por completo.

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