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La industria pesquera se alía con la cárnica para frenar imitaciones veganas

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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Reclaman al Gobierno una norma nacional que defienda a los consumidores

27 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En junio del 2017, una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) resolvió que no existían ni la leche ni el queso vegetal al disponer que los productos en base vegetal no podían comercializarse como leche o queso. Pues eso que se aplica a los lácteos es lo que quieren la industria cárnica y pesquera para su carne y su pescado: que no se permita etiquetar como tal cualquier producto que no lleve esa proteína animal a la que pretenden imitar, sustituir, emular o simular.

Ese es el objetivo de la alianza estratégica que han establecido Anfaco-Cecopesca, en representación de la cadena mar-industria, Anice (Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España), Avianza (Asociación Interprofesional Española de la Carne Avícola) y Cedecarne (Confederación Española de Detallistas de la Carne) y que han dado en denominar #CadaCosaPorSuNombre. Tratan de evitar usos espurios de las denominaciones que tradicionalmente se asocian a la proteína animal, para lo que piden acciones concretas al Gobierno de España en defensa de los consumidores.

El lunes se reunieron con el secretario general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria, Fernando Miranda, al que reclamaron una solución normativa para poner coto a estas prácticas, que aparte de adjudicarse beneficios que corresponden a otros productos, como la carne o el pescado, pueden tener impactos sobre la dieta, al provocar un desplazamiento de la proteína animal, al no tener el consumidor muy clara la composición de esa alternativa.

En ese sentido, las patronales ya mantuvieron en febrero pasado una reunión con la Dirección General de Consumo para pedir a la Aesan (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) de una nota interpretativa para la opinión pública que ayude a promover una adecuada comprensión de sus valores nutricionales.

Con Miranda analizaron las posibilidades que se abren tras haber prosperado la actuación contra Heura Foods por comercializar proteína vegetal como filetes de merlvza. Y pusieron sobre la mesa la necesidad de articular una regulación a escala nacional que proteja las denominaciones si no incluyen dicha proteína animal en tanto a la especie científica que aplique.

A la espera del TJUE

También revisaron el caso de Francia, que ha elevado al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) la posibilidad de publicar un decreto para evitar la posible confusión o engaño al consumidor al utilizar términos tradicionalmente asociados a productos de origen animal, pero que son de vegetales. Según Anfaco, las partes acordaron que, una vez se resuelva dicha cuestión en el TJUE, se va a valorar adoptar una iniciativa similar en el Estado español.

Finalmente, la alianza de la industria recordó la necesidad de impulsar desde el Gobierno de España que se desarrolle lo recogido en el artículo 36 del reglamento europeo de Información al Consumidor (1169/2011) «para articular los productos veganos y vegetarianos, como una vía de solución armonizada». Esta petición debe trasladarse a los partidos políticos y europarlamentarios, para que lo activen por la vía de urgencia tras las próximas elecciones del mes de junio.

«Cóctel» de proteínas vegetales y aditivos que se alinean más con los ultraprocesados

Anfaco, Anice, Avianza y Cedecarne señalan que los productos veganos, que cada vez están más presentes en los lineales de los supermercados, son a menudo promocionados como alternativas más saludables y éticas a los productos de origen animal, cuando «un análisis detallado de sus ingredientes revela una realidad diferente». Están elaborados a partir de proteínas vegetales, aditivos y, en algunos casos, ingredientes que los harían considerarse ultraprocesados y, sin embargo, pretenden imitar y desplazar a sus contrapartes de origen animal. A través de estrategias publicitarias engañosas, se presentan como opciones beneficiosas para la salud y el medio ambiente, utilizando denominaciones como «atún o pollo vegano, realizando afirmaciones sobre supuestos beneficios globales de tipo ambiental no sustentados en datos contrastables», denuncian. Apuntan, asimismo, que desde el punto de vista nutricional, carecen de los beneficios de los productos de origen animal, «que ofrecen una matriz digestiva única, rica en proteínas de alta calidad, nutrientes esenciales y ácidos grasos Omega 3, como en los pescados azules, o vitamina B12 en carnes, que los alimentos veganos no pueden igualar».

La iniciativa #CadaCosaPorSuNombre recuerda «los beneficios de la dieta mediterránea, y que el consumidor tenga acceso a productos auténticos».