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Atunlo presenta el concurso de acreedores con 102 millones de deuda

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Xoán Carlos Gil

El desacuerdo entre los socios gallegos y los vascos frustra el plan de reestructuración y uno de los accionistas acude l juzgado

15 may 2024 . Actualizado a las 00:50 h.

La dirección de Atunlo llevaba meses bregando para reestructurar la empresa y, sencillamente, sobrevivir. La lista de cálculos y estrategias que han diseñado desde el pasado mes de noviembre es extensa, incluido el cierre del centro productivo de O Grove, donde trabajaban unas 115 personas. Sin embargo, la batería de medidas no ha sido suficiente. Uno de los accionistas de la mayor comercializadora de atún de España, con sede en Vigo, presentó ayer por la tarde en el juzgado la solicitud de concurso de acreedores, según confirmaron fuentes de la empresa, que arrastra una deuda estimada en 102 millones de euros.

Atunlo ha agotado el plazo máximo que brinda la ley para acogerse al preconcurso de acreedores: tres meses, más otros tres de prórroga. En noviembre del año pasado, la compañía viguesa comunicó al juzgado que se acogía al preconcurso debido «a las tensiones de tesorería» que atravesaba. En un escrito advirtieron de esta situación a la representación sindical de la plantilla. Además, mostraron su intención de «iniciar un proceso de reorganización de su pasivo a efectos de garantizar su viabilidad en el corto y medio plazo». Un año antes, la empresa había facturado 220 millones de euros y era un referente del sector.

Sin embargo, los seis meses que otorga la ley concursal en esta situación no han sido suficientes para ganar la liquidez que Atunlo precisa para hacer frente a 102 millones de euros de deuda. El cierre del grifo de la financiación por parte de los bancos, compromisos pendientes con proveedores y clientes o el descenso del consumo —el Ministerio de Pesca advierte en España una caída histórica: 18,5 kilos por persona al año— han impedido muchas de las operaciones diseñadas para elevar las ventas.

A mayores, ha influido la tensa relación entre los socios. La falta de acuerdos entre la parte vasca de la compañía, representada por la armadora Inpesca, y los gallegos de Coper ha frustrado el plan de reestructuración que habían elaborado. No han remado en la misma dirección desde que trascendió la tormenta financiera de Atunlo, e incluso llegaron a anunciarse mutuamente demandas por administración desleal.

Falta de materia prima

La situación se llevó al límite. Inpesca decidió cortar el suministro de atún a la compañía, impidiendo retomar la producción con normalidad en las fábricas de Cambados y Vila Nova de Cerveira (Portugal). Se han buscado nuevas vías de suministro. Al mismo tiempo, advierten que la parte vasca reclama el cobro de 50 millones que se le adeudarían, un escenario que tendrá que abordar la administración concursal cuando finalmente el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra declare a la empresa en concurso de acreedores. Actores conocedores de la situación temen que el proceso acabe en la liquidación.

Tanto Inpesca como Coper son dueñas de un 40 % del capital social de Atunlo. La socia panameña Marpesca controla el 20 % restante y se posicionó con la representación gallega. Desde noviembre, las partes enfrentadas han tenido momentos de acercamiento, pero ninguno fraguó en un acuerdo para rubricar el plan de reestructuración y evitar la suspensión de pagos.