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Del Infanta Isabel al Queen Anne, cien años de vacaciones en el mar en los muelles de A Coruña

marta valiña A CORUÑA

SOMOS MAR

El primer paquebote arribó a la ciudad en agosto de 1923 con 241 personas

01 jun 2024 . Actualizado a las 16:41 h.

Hoy apenas llaman la atención, pero hace poco más de cien años conseguían movilizar a toda la ciudad. Aunque ya en el siglo XIX los paquebotes fondeaban en aguas coruñesas para trasladar pasajeros a Sudamérica y al Caribe, oficialmente, el primer trasatlántico que atracó en A Coruña, en el muelle de A Palloza, fue el Infanta Isabel, de la naviera barcelonesa Pinillos e Izquierdo. Lo hizo el 11 de agosto de 1923 «procedente de Nueva Orleans, Pensacola, La Habana, Tenerife, Las Palmas y Vigo, haciendo una travesía completamente feliz y sin el menor accidente». Viajaban a bordo 241 personas que habían pagado entre 1.870 pesetas (11,2 euros) en el caso del pasaje en primera y 524 (3,1 euros), que era lo que debían desembolsar los viajeros de tercera ordinaria.

«Fue atracado al malecón de la Palloza por el culto y excelente práctico de servicio, José Osorio, quien en pocos momentos lo dejó acoderado al muelle», publicó al día siguiente La Voz de Galicia, que añadía que «la noticia de que un buque del porte y calado del Infanta Isabel se disponía a atracar circuló por la población, y no fueron pocas las personas que acudieron a presenciar la maniobra, ya que es el primer trasatlántico, de su longitud al menos [140 metros de eslora], que la realiza en aquel punto».

No dejaron desde entonces de llegar turistas a A Coruña. En enero de 1927, por ejemplo, atracó en la ciudad «el soberbio vapor Orduña», de la compañía británica del Pacífico, con 108 ingleses a bordo «que vienen recorriendo los principales puertos franceses, españoles y lusitanos». Tanto gustó la ciudad a los británicos que en septiembre de 1932 el Ardeola, con un centenar de viajeros embarcados en Liverpool, inauguró una línea regular de turismo entre Inglaterra y las costas coruñesas. «Los buques de la Yeoward Line, todos con nombres españoles de aves, tocarán una vez por semana en La Coruña», explicaba el alcalde, Manuel Iglesias Corral.

Ese mismo año, los grandes buques de pasajeros comenzaron a atracar en el que entonces se llamó muelle de Trasatlánticos (actualmente denominado Calvo Sotelo), aunque el que hoy recibe ese nombre no fue inaugurado hasta mucho después, el 11 de abril de 1991, cuando hizo escala el Canberra, otro navío de bandera británica procedente de Southampton y con capacidad para más de 1.600 pasajeros. Ese día, el grupo folklórico Iar se dio el gran madrugón para recibir a los turistas, que también fueron sorprendidos con 24 salvas de bienvenida desde el castillo de San Antón.

Unos años antes, en mayo de 1983, el muelle del Centenario acogió a su primer gran trasatlántico, el soviético Alexandr Pushkin, aunque de la inauguración oficial de la dársena se encargó casi un año después, el 30 de abril de 1984, el Queen Elisabeth II, considerado en los ochenta el más grande del mundo.

Desde entonces, el tráfico de cruceros en A Coruña no ha parado de batir sus propios récords, incluso con escalas cuádruples. La primera de ellas, en septiembre del 2013, hizo coincidir al Deutschland, el Discovery, el MS Hamburg y el Funchal.

Este 2024, los muelles coruñeses recibirán más de 150 escalas y más de 350.000 pasajeros, algo impensable hace cien años. Algunos llegarán por primera vez, como hizo hace solo unas semanas el Queen Anne, 40 años después de la llegada del Queen Elisabeth II, también de la naviera Cunard. «Es un beneficio económico para toda la ciudad y supone su proyección internacional», destaca el actual presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado.