El precio de los contenedores seguirá a la baja pese a las tensiones geopolíticas
SOMOS MAR
Los analistas no auguran un buen año para el transporte marítimo
09 jul 2024 . Actualizado a las 10:52 h.En septiembre del 2021, fletar un contenedor marítimo de 40 pies (dos TEU) alcanzó un precio inédito: 10.377 euros. Era la época posterior a la pandemia, se estaba reactivando el comercio, los contenedores escaseaban, los puertos estaban atascados... Dos años más tarde, en octubre del 2023, ese mismo envío costaba 1.342 euros, gracias al aumento de la flota y por ese paso atrás en la globalización que se tradujo en un menor comercio internacional, afectado también por la inestabilidad generada por las tensiones geopolíticas. Tres meses más tarde, sin embargo, las tensiones en el mar Rojo —zona estratégica donde las haya, que aglutina el 25 % del tráfico mundial—, alterando rutas y encareciendo envíos, dispararon el precio hasta los 3.964 euros. Sin embargo, los analistas sostienen que ese pico, alentado por la recurrente mayor producción de China a principios de año por la celebración del Año Nuevo, no alterará la senda hacia la normalización de precios y la tendencia a la baja de estos. «Aunque en el mes de abril las cifras muestran un incremento en el tráfico de toneladas del 2,2 %, la realidad es que, al igual que en el resto del mundo, es de esperar que, en el actual contexto de tensiones internacionales, las perspectivas para el tráfico de mercancías no sean buenas en el 2024», dice Santos Gutiérrez, analista de riesgos de Solunion España.
Según explica, el contexto geopolítico mundial no solo está generando retrasos, sino también que las rutas sean más largas y que, a su vez, los retos climáticos queden relegados a un segundo plano. Mientras persistan las amenazas en el mar Rojo y los problemas en el canal de Panamá motivados, entre otros factores, por la sequía «no se podrán esperar grandes alegrías para la segunda mitad de año», apunta Gutiérrez.
Tendencia bajista
Ahora bien, los expertos defienden que, a medida que las cadenas de suministro se vayan adaptando al nuevo escenario, comulgando con unos mayores plazos de entrega, que aún siguen por encima de los de gran parte del 2023, los precios irán mostrando una tendencia bajista. De esta forma, «se irá ajustando la sobreoferta que hay actualmente en el transporte marítimo de mercancías». Las estrategias que están adoptando las empresas para hacer frente a ese problema son la reorganización de las rutas, la supresión de salidas, la reducción de la velocidad o el amarre de embarcaciones, explica el analista de riesgos.
Previsiones
Las estimaciones que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) hacía para el transporte marítimo apuntaban a un crecimiento medio anual aproximado del 2,1 % para el período comprendido entre el 2023 y el 2027, lo que supondría una ralentización respecto a la media de las últimas tres décadas. Solunion señala que esta previsión de débil incremento ha mejorado recientemente, y ahora se espera un 2,7 % para el presente ejercicio. A pesar de eso, las incertidumbres asociadas a las tensiones geopolíticas están lejos de desaparecer. Además, «aspectos como la política arancelaria, con un probable nuevo conflicto entre Europa, Estados Unidos y China, la evolución de la economía global o la volatilidad de los precios de las materias primas, entre otros factores, dibujan un escenario incierto donde las compañías tendrán que cumplir también con compromisos y restricciones relacionadas con el respeto al medio ambiente».
Leve repunte en los puertos españoles tras el retroceso del ejercicio pasado
No hay que perder de vista que más del 80 % de las mercancías se mueven por mar. Y la compleja y cambiante situación que ha alterado las cadenas de suministro a nivel mundial también ha tenido su reflejo en el plano nacional. El tráfico de mercancías en España se registra en los 46 puertos de interés general, que gestionan las 28 autoridades portuarias —cinco gallegas— bajo la coordinación de Puertos del Estado. Según las cifras del Ministerio de Transportes, en el 2022 se apreciaron síntomas de recuperación de la actividad, cerrando el ejercicio con un incremento del 3,5 % en las toneladas movidas.
Sin embargo, ese crecimiento no se mantuvo en el 2023, puesto que el tráfico de mercancías de los puertos españoles ascendió a un total de 543 millones de toneladas, un 3,3 % menos que en el año anterior.
Tensiones
Las citadas tensiones geopolíticas, como la invasión rusa y Ucrania o la escalada de violencia en Oriente Medio, entre otros factores, provocaron tensiones en las rutas que derivaron en un menor volumen de toneladas. A pesar de ello, en el primer trimestre del 2024 se aprecia un leve incremento del 1,4 % respecto al mismo período del año anterior.
La tensión en el mar Rojo ha desviado tráfico marítimo al aéreo
Desde finales del 2023, el estrecho de Bab-el-Mandeb, entrada sur del canal de Suez, se ha convertido en un punto caliente para el comercio mundial. Los ataques realizados por los insurgentes hutíes de Yemen han obligado a las navieras a interrumpir temporalmente los tránsitos por esa vía que une el Índico con el Mediterráneo, y han provocado que sea escenario de un conflicto de difícil solución.
Esta zona se considera estratégica para el comercio mundial, puesto que se trata de una ruta marítima de especial relevancia para el transporte de mercancías entre Asia y Europa. De hecho, por ese canal transitaron en el 2023 un total de 26.434 buques, de los cuales 8.435 fueron petroleros, con una carga neta de alrededor de 1.600 millones de toneladas.
El conflicto afectó a las cadenas de suministro, pues las navieras han tenido que alterar rutas y alargarlas a través del cabo de Buena Esperanza, lo que ha incrementado los precios, de forma que entre octubre del 2023 y febrero del 2024 el coste del contenedor se incrementó un 195 %, pasando de aquellos 1.342 euros a los 3.964.
Pero, además, esas tensiones geopolíticas también provocaron un desvío de mercancías hacia el transporte aéreo. Solunion destaca que el conflicto en el mar Rojo ha favorecido esta vía: en enero la ruta por aire entre Oriente Medio y Europa experimentó un crecimiento interanual del 46,1 %.