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Un golpe en el naufragio obliga a ingresar a un superviviente del Argos Georgia

X. Melchor / A. Gerpe / C. Casares / A. Pascual / M. Ruiz / E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Los otros 3 gallegos están ya en sus casas, el capitán tras pasar por el hospital

29 jul 2024 . Actualizado a las 04:45 h.

Cuando el pasado viernes por la noche José Antonio Fernández conversó por videollamada con su cuñado no apreció la profundidad de las heridas del que era el capitán del Argos Georgia, el pesquero anglo-noruego que se hundió el día 22 a 170 millas de las islas Malvinas, en un embravecido Atlántico suroccidental. Quizá porque más que en el cuerpo, donde también tiene, José Saborido las lleva en el alma. Ver su rostro a su llegada a Santiago le impactó. «Anímicamente lo he visto mal. Está decaído, con un rostro triste, sin ganas de hablar», confesó.

Tanto el capitán del Argos Georgia como el primer oficial, José Ramón Hombre, dos de los cuatro supervivientes gallegos del naufragio, fueron evacuados en ambulancia al hospital nada más tomar tierra en el aeródromo militar de Lavacolla. En el examen médico, a Saborido le detectaron una taquicardia, además de dolores en la espalda y un derrame en el ojo. El primer oficial, por su parte, tenía una vértebra dañada fruto de un golpe. De hecho, ya llegó en camilla y estuvo atendido durante el vuelo por personal de la Unidad Médica de Aeroevacuación, que también se desplazó a Puerto Stanley. Saborido fue dado de alta poco antes de las siete de la tarde.

Los otros dos gallegos, Ramón García, jefe de máquinas, y Francisco Gondar, segundo oficial, bajaron por su propio pie del Airbus-330 del Ministerio de Defensa y pudieron abrazarse con sus familiares, que les esperaban a pie de pista nerviosos y emocionados. El reencuentro entre García y su familia dejó imágenes que revelan la alegría que supone volver a ver con vida a un ser querido que se ha salvado de una tragedia.

En el avión llegaron también otros diez supervivientes del naufragio, entre ellos dos españoles, que después pusieron rumbo a la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, para, desde allí, dirigirse hacia sus lugares de origen.

Aterrizaje

El Airbus 330 enviado por Defensa a las Malvinas para recoger a los supervivientes del Argos Georgia aterrizó a las 12.59 horas en el aeródromo militar compostelano. Mucho antes, sobre las 11.30 horas, lo habían hecho las familias de los supervivientes del naufragio y Luis Pérez, alcalde de Ribeira, localidad de la que son vecinos tres de los cuatro repatriados. El cuarto, Francisco Gondar, es natural de Marín, aunque reside en Pontevedra. Fue al que se vio más entero. Se hizo una foto de recuerdo con su hijo y antes de subirse al coche en el que puso rumbo a casa se le vio charlar unos momentos con el subdelegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, que junto al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el conselleiro de Mar, Alfonso Villares, y la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, acudieron a recibirles a Lavacolla.

La procesión iba por dentro. Su familia cuenta que está muy afectado por la pérdida de sus compañeros y profundamente impactado por las imágenes que tuvo que presenciar, viendo a algunos de los marineros no poder alcanzar las balsas de salvamento después de que el pesquero se fuese a pique. Tendrá que manejar ese fuerte golpe psicológico, y eso será lo más duro del retorno al hogar, pero volver a estar con los suyos ha llenado de alegría a este profesional con más de veinte años de experiencia en el mar, siempre en mareas largas en atuneros, bacaladeros o ahora en las Malvinas.

Los cuatro supervivientes gallegos que ya han regresado sanos y salvos a casa han querido agradecer el buen trato y el apoyo recibido por los sanitarios y el personal del Ejército del Aire que les ha atendido en su repatriación. El operativo en tierra tuvo una hora de duración. Tras el aterrizaje, los primeros en abandonar el aeródromo fueron José Saborido y José Ramón Hombre en las ambulancias y a las 14 horas lo hicieron Ramón García y Francisco Gondar en vehículos particulares.

Familiares de las dos víctimas gallegas del naufragio del Argos Georgia se quejan de la falta de información sobre su repatriación

Solo saben que serán trasladados con los otros siete cuerpos a Oxfordshire para practicarles la autopsia, pero nadie les concreta nada sobre el proceso ni si los traerán a Galicia

A los familiares de Santiago Leyenda, el cocinero del Argos Georgia cuya muerte se confirmó el martes, les cuesta cada vez más mantener la calma ante la «falta de información» para conocer el protocolo y las fechas en las que finalmente llegarán los cuerpos a Galicia. El sábado les comunicaron que los ocho cuerpos se trasladarán a Oxfordshire —donde se encuentra una de las bases militares del Reino Unido— para realizar las autopsias, porque así lo establecen las autoridades británicas. «Pero desde este día por la mañana no hemos tenido más noticias sobre cuándo los traerán de Malvinas y eso nos inquieta, porque no hay demasiadas frecuencias de vuelos hasta el archipiélago», explicaban ayer los allegados desde Baiona.

Ni la subdelegación del Gobierno ni más altas instancias son capaces de facilitar información concreta sobre el proceso, «cuántos días durará, si es necesario que vayamos hasta allí... Ni siquiera si los enterrarán en el Reino Unido», lamentan. En un comunicado, la armadora Argos Froyanes simplemente explica que las víctimas «pronto dejarán las Malvinas» y tras cumplir las formalidades «serán devueltas a sus seres queridos». Aunque la comunicación con las Administraciones es fluida, «no sabemos nada en concreto y esta es una situación muy difícil». En el mismo caso de la familia del capitán de pesca, César Acevedo, el otro gallego cuya muerte también ha sido confirmada.

Mientras, en Malvinas sigue la búsqueda de los cuatro desaparecidos, entre los que se encuentran Juan Antonio García y el noiés Antonio Barreiro.