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Los científicos certifican que el cultivo de mejillón crea riqueza y protege la costa

somos mar REDACCIÓN / LA VOZ

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MARTINA MISER

Opmega difunde dos investigaciones pioneras que detallan los beneficios económicos, ecológicos, sociales y culturales de esta actividad

27 nov 2024 . Actualizado a las 04:45 h.

El cultivo de mejillón en las rías gallegas no solo genera riqueza y da sustento económico directo a más de 8.000 personas, sino que, además, protege y mejora los ecosistemas costeros. Es la conclusión de las dos investigaciones pioneras encargadas por la Organización de Productores de Mejillón de Galicia (Opmega) dentro de su Plan de Producción y Comercialización y que ayer se dieron a conocer en un abarrotado Auditorio de Vilagarcía. Sendos estudios profundizan en «el impacto económico, social y ambiental» de esta actividad y subrayan «su papel como modelo de sostenibilidad e innovación frente a los retos del cambio climático».

Uno de los informes, el titulado Indicadores de Sostenibilidad del Cultivo de Mejillón, lleva la firma de Diana Zúñiga y Uxío Labarta que, en colaboración con la consultora Inxenia, han analizado el equilibrio entre la capacidad de carga de las rías gallegas y la producción actual de mejillón. Habría las bateas justas. «Actualmente, las rías gallegas mantienen un equilibrio sostenible en el cultivo de mejillón, y no se registra sobreexplotación en la capacidad de carga de los ecosistemas», dijo Ricardo Herbón, presidente de Opmega, tras conocer el resultado de los estudios.

El análisis de Zúñiga y Labarta señala que la sostenibilidad a largo plazo «dependerá de la gestión del sector, así como de estrategias adaptativas frente al cambio climático». Y en este sentido, la disponibilidad de semilla es clave, por lo que los científicos aconsejan «el uso de modelos predictivos para mejorar la eficiencia de su captación en colectores y zonas naturales». Sin olvidar que los cambios en los patrones de viento y los eventos extremos podrían influir en los ciclos reproductivos del bivalvo y habría que tomar medidas par garantizar la estabilidad de la producción.

La otra investigación (con Antón Álvarez Salgado, del Instituto de Investigación Mariñas (IIM), al frente de un equipo compuesto por dirigido por Severino P. Ibánhez, Ana Vila, Ruth Iglesias, Isabel Fuentes y Nicolás V Robineau) indaga en los Servicios Ecosistémicos Prestados por el Mejillón Cultivado y concluye que «el mejillón no solo es un recurso económico, sino también un pilar ecológico y social que aporta múltiples beneficios». Para empezar, comida: 16.000 toneladas de proteínas, suficientes para 900.000 personas. También abono y subproductos: 41.200 toneladas de carbonato cálcico, usado en agricultura e industria. Regulan el ambiente, pues filtran el 30 % del agua de las rías. Además, «la preservación de biodepósitos y la reutilización de las conchas pueden reducir significativamente las emisiones de carbono». Todo sin olvidar que «las bateas favorecen la biodiversidad al crear hábitats marinos y desempeñan un papel clave en la protección costera, además de ser símbolo del patrimonio gastronómico y cultural de Galicia», subraya.

Amplia participación

La jornada levantó expectación en el sector. El espacio elegido para presentar los trabajos se quedó pequeño y hubo personas atendiendo desde el pasillo. Los participantes tuvieron la oportunidad de interactuar con los científicos y debatir cómo estas investigaciones pueden servir de guía para afrontar los desafíos del cambio climático y fortalecer la competitividad del sector en un mercado global.

«El mejillón gallego no es solo un producto, es un modelo sostenible que conecta economía, medio ambiente y cultura», recoge un comunicado que atribuye tal afirmación a Uxío Labarta. Por su parte, Antón Álvarez Salgado insistió en que «el cultivo de mejillón no solo genera riqueza, también protege y mejora los ecosistemas costeros».

Dado el éxito de la iniciativa, la jornada se cerró con el compromiso del sector de seguir invirtiendo en ciencia e innovación para garantizar un modelo de producción sostenible que mantenga a Galicia como líder internacional en el cultivo de mejillón.