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Furtivos a los que les incautaron 30 toneladas de moluscos y 6 de angulas explotaban a asiáticos

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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Imagen de moluscos contaminados decomisados por la Guardia Civil
Imagen de moluscos contaminados decomisados por la Guardia Civil Guardia Civil | EFE

Ocho empresas investigadas y 62 detenidos desde el 2021 en una red que vendía en España almeja de Portugal sin depurar

19 dic 2024 . Actualizado a las 20:32 h.

Una operación internacional contra el furtivismo ha frenado la venta de 30 toneladas de marisco bivalvo contaminado, en su mayor parte almeja japónica con destino al mercado español, donde entraba sin depurar y, por tanto, con riesgo de intoxicación alimentaria. También se han decomisado seis toneladas de angulas y se ha desarticulado una trama de tráfico ilegal de alevines de anguila. El Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil española no concreta cuándo ni durante cuánto tiempo, pero la Guardia Nacional Republicana de Portugal explica que la Operación Valvia se «llevó a cabo entre el 2021 y el 2024», mediante «varias investigaciones que culminaron con la detención de 62 miembros de organizaciones criminales».

Las fuerzas de seguridad calculan que por los productos incautados se pagarían más de diez millones de euros en el mercado negro. Ocho empresas asentadas en territorio español han sido investigadas y se ha detenido a 62 personas, 19 de ellas en España, según el comunicado de la Guardia Civil. No especifica las localidades o provincias españolas donde se radican las firmas presuntamente involucradas.

Un euro por un kilo que vale 25

«Por primera vez en la UE», las investigaciones han permitido relacionar «las actividades delictivas de tráfico de seres humanos y explotación laboral con los delitos contra el medio ambiente», asegura el Seprona.

Ocurría en Portugal, donde comenzaban las actividades ilegales con el marisco. De ahí procedían «todos los moluscos recolectados furtivamente en aguas contaminadas». Los abusos laborales sucedían porque, añade el comunicado de la Guardia Civil, «la mayoría de los furtivos procedían de países asiáticos y cobraban un euro por kilo de molusco». Una cantidad ínfima, tal y como explican, cuando en el mercado la almeja japónica «alcanza hasta 25 euros por kilo».

Aunque se recogían en «zonas de pesca restringida y prohibida debido a las altas concentraciones de contaminantes en el agua», empresas intermediarias radicadas en España «importaban estos bivalvos desde Portugal, no realizando las oportunas descontaminaciones y depuraciones del producto». La trampa comenzaba en Portugal, donde se falsificaba la documentación y, en consecuencia, se dificultaba el control posterior.

Según la Guardia Civil, el marisco se presentaba en España como apto para el consumo y se vendía «directamente a los establecimientos hosteleros». De ese modo, sin depurar, los intermediarios «reducían costes y obtenían mayores beneficios». Sin embargo, para la salud pública «conlleva un riesgo evidente, ya que el consumo continuado de moluscos contaminados puede derivar en riesgo de enfermedades graves como la hepatitis».

Contrabando

Las investigaciones desvelaron que «algunas de estas organizaciones criminales también estaban traficando con angulas en Portugal, España y Francia». Y han dado como resultado el «desmantelamiento de una importante red delictiva dedicada a la pesca furtiva, la recolección y el contrabando ilegal de angulas».

Coordinada por la Europol (Oficina Europea de Policía), en la operación que «ha liderado» Guardia Civil, además del Seprona, participaron en Portugal la Guardia Nacional Republicana y la Autoridad de Seguridad Alimentaria; y en Francia, la Gendarmería Nacional y la Oficina de Lucha contra los Daños Ambientales y de Salud Pública.

Malestar en Galicia

Que la Guardia Civil y demás cuerpos de seguridad de Portugal y Francia hayan hecho balance de los operativos contra el furtivismo de bivalvos de los últimos cuatro años justo en la antesala de la Navidad ha levantado ampollas entre los productores gallegos. Roberto Fariña, presidente de los depuradores gallegos de Agade, reprochó que lanzasen el informe «un 19 de decembro, en plena campaña do Nadal».

Sospecha que la difusión de ese resumen de varias actuaciones contra una trama que introducía en el mercado marisco de zonas cerradas por la elevada contaminación microbiológica busca desprestigiar la imagen del sector gallego, y manifestó su temor a que se desplomen los precios de la almeja y el berberecho justo en el momento de mayor demanda y negocio para un sector duramente golpeado.