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La lamprea del Miño fulmina su valor histórico: hasta 130 euros por pieza

Monica Torres
mónica torres A GUARDA / LA VOZ

SOMOS MAR

Oscar Vázquez

Herminia e Ivo reducen a la mitad las capturas y arrastran los ingresos de la campaña

31 ene 2025 . Actualizado a las 04:45 h.

La temporada de angula en el río Miño se ha visto abruptamente interrumpida por la crecida del caudal provocada por los temporales Herminia e Ivo. Con el cierre prematuro de la campaña, los pescadores no han podido faenar en la última luna, que se extendía hasta el 2 de febrero, perdiendo así los últimos días clave de la temporada. Este fin anticipado ha provocado un desplome histórico de las capturas que ha fulminado todos los registros anteriores. Tampoco les permite salir a por lamprea, aunque las dos especies han pulverizado su histórico de precios.

Según los datos de la plataforma Pesca de Galicia, el total de capturas de angula para la temporada 2024-2025 se limitará a apenas 324 kilos, una cifra muy por debajo de los 665 kilos de la campaña anterior. A pesar de este desplome, en la cantidad de capturas, la temporada ha registrado un récord histórico en los precios. En diciembre, el oro negro del Miño llegó a los 626 euros por kilo, superando ampliamente el máximo anterior de 587 euros registrado en 2022-2023. La lamprea, que en la última campaña había escalado hasta los 80 euros en lonja, se ha disparado hasta los 130.

El incremento del precio de la cría de anguila no ha sido suficiente para contrarrestar la caída en los ingresos, que se quedarán en 164.814 euros frente a los 541.415 del año pasado. Las condiciones meteorológicas extremas, combinadas con la pérdida de la última luna de faena, han marcado una de las campañas más duras. Además, los pescadores se han visto sin margen para solicitar el cambio de luna para marzo a la Comandancia Naval, ya que, según indican, no contaban con una crecida del río tan rápida y no solicitaron esta excepción que ha de tramitarse con al menos 72 horas de antelación.

La lamprea también ha tocado techo. Otro de los productos más valorados del Miño ha alcanzado un récord en cuanto a su precio. La temporada arrancó el 2 de enero y, según Pesca de Galicia, hasta ayer habían pasado por la lonja de A Guarda 99 kilos. Los precios por pieza han oscilado entre los 50 y los 91 euros, llegando a tocar los 130 euros, lo que ha representado un total de 9.040 euros en ventas en lonja. El año pasado, que fue cuando había alcanzado su máximo, se recogieron durante este mismo período 155 kilos, en el 2023 fueron 237 y en el 2022 un total de 916.

Este aumento de precios se debe a la escasez del producto por no poder faenar si bien se mantiene la excelente calidad de las lampreas capturadas. Casi no hay producto a la venta estos días, que son fechas en las que familias enteras acostumbran a reunirse para degustar el prehistórico pez del Miño. En el restaurante El Molino, que ayer reabrió tras la temporada de descanso y que es uno de los principales templos de la lamprea de toda España, confirmaban que aunque ya tenían reservas para degustar este vampiro marino, apreciado por unos y denostado por otros, tendrán que aplazarlas para la semana que viene esperando una tregua del tiempo.

La campaña de lamprea también ha sido recortada debido a la baja cantidad de capturas, siguiendo la recomendación de biólogos para preservar la especie. En este contexto, la Comisión Permanente Internacional del Río Miño decidió poner fin a la temporada quince días antes de los habitual, el 30 de marzo.

A este panorama de incertidumbre se añade una grave amenaza ecológica que está ganando terreno: la invasión de la lavaza, una planta invasora que está colonizando todo el cauce del Miño. Esta especie pone en riesgo la biodiversidad del río, sus hábitats naturales y la propia seguridad de bañistas y pescadores tanto profesionales como deportivos. La lavaza altera igualmente el ecosistema fluvial, afectando a la fauna y la flora locales. Su impacto es un tema cada vez más preocupante ya que su expansión podría tener consecuencias devastadoras para el equilibrio ecológico del Miño. Lo advirtió ya el pasado mes de diciembre el comandante naval de Tui, Andrés Díaz-Ripoll, apelando a la necesidad de una actuación integral y conjunta de todas las administraciones. «El río Miño está muy enfermo, o se actúa de inmediato o muere tal y como lo conocemos», alertó con meridiana claridad.