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El gigante Otis confía la fabricación de sus ascensores más singulares a Vigo

Alejandra Pascual Santiago
Alejandra Pascual VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

M.MORALEJO

La planta de Valadares equipa un crucero para la naviera japonesa NYK, un parque eólico marino en Dubái y resorts en Sri Lanka y Singapur

16 mar 2025 . Actualizado a las 04:50 h.

El 22 Bishopgate, también conocido como el Twentytwo, es el edificio más alto del distrito financiero de la City, en Londres. La imponente torre acristalada dispone de 57 ascensores para trasladar a los cerca de 10.000 empleados que tienen aquí sus puestos de trabajo y, además, está equipada con dos montacamiones para el suministro y la logística de las oficinas. El diseño y la fabricación de estos últimos elevadores ha correspondido a Vigo. Fueron forjados en la sede gallega del gigante norteamericano Otis.

«La normativa de la capital británica exige que, a la hora de diseñar un edificio, se tenga en cuenta que los camiones no interrumpan el tráfico detenidos ante él para las descargas. Así que les diseñamos estos ascensores con espacio suficiente para tráileres y sus tareas de suministro», explica Rubén Rodríguez Varela, director del área noroeste de Otis en España, sobre el motivo que impulsó este singular contrato para el corazón financiero de Londres. La pareja de montacamiones es un reflejo de la carga de trabajo que existe en las instalaciones de Otis situadas en el Parque Tecnológico y Logístico de Valadares. En él asumen los pedidos más caprichosos y especiales que recibe la compañía. Ahora mismo, por ejemplo, diseñan elevadores acristalados y circulares para complejos turísticos de lujo en Sri Lanka y Singapur.

Pero la gran especialidad de la división viguesa está en el ámbito marítimo. El gigante norteamericano puso el ojo en la viguesa Enor hace ya más de una década. La adquirió en el 2013, incorporando así la capacidad de esta empresa para diseñar y fabricar ascensores para el sector marítimo, que llevaba afinando desde la década de los noventa. «Apoyados en la tecnología y el nombre de Otis fue cuando pudimos pegar un salto relevante e iniciarnos en sectores donde antes no podíamos competir, como el de los cruceros», rememora Rodríguez Varela. Desde entonces, la sede gallega del grupo, que ocupa 18.000 metros cuadrados diseñados por el arquitecto Alfonso Penela, ha fabricado más de mil elevadores para buques.

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Gran carga de trabajo

El sello vigués de Otis se encuentra en algunos de los trasatlánticos más reconocidos de la flota global. Rubén Rodríguez recuerda un «importante» contrato con Carnival Cruise Line que insufló gran carga de trabajo a la fábrica de Valadares, ya que se comprometieron a equipar nueve cruceros con 43 elevadores cada uno, además de ocho plataformas de escaleras mecánicas. Esta naviera, Costa, Aida Cruises y P&O confiaron en la tecnología que desarrolla Otis Marine para hacerle pedidos de unos ascensores que deben ser más robustos que los que operan en tierra y soportar un ambiente marítimo. Además, en el caso de los trasatlánticos, la fabricante también tiene en cuenta la friolera de subidas y bajadas que tienen que realizar y los prepara para ello. «Si en una comunidad de vecinos puede hacer entre cien o doscientos viajes al día, hay cruceros en los que se realizan 5.000 al día», pone en valor el directivo de Otis.

Los astilleros conforman la cartera de clientes de la única división marina de la que presume el gigante norteamericano. Desde Vigo han extendido sus redes comerciales para trabajar hoy en día con «los principales de Europa». La factoría naval francesa Chantiers de l’Atlantique, la italiana Fincantieri, la alemana Meyer o en España el gallego Freire Shipyard recurren a los sistemas de elevación de esta firma. Sin ir más lejos, en estos momentos ultiman una propuesta muy singular para salvar las alturas en un crucero que Meyer pone a punto para la histórica armadora japonesa NYK Line.

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Con Navantia trabajará Otis Marine durante los próximos meses, codo con codo, porque en las instalaciones de Puerto Real arrancará la construcción de tres buques para la Royal Navy que concluirán en la factoría que la empresa pública española acaba de adquirir en Belfast. Para cada una de estas embarcaciones de defensa marítima, la antigua Enor fabricará ocho ascensores «de hasta siete toneladas y preparados para soportar un ambiente de mar complejo y escenarios de explosiones», pone en valor Rubén Rodríguez. La británica no es la primera armada con la que trabajan. Anteriormente, la división gallega de Otis trabajó en sistemas para las fuerzas navales de Noruega, Australia, Francia o España.

Eólica marina

Con esta trayectoria, Otis Marine se lanza ahora a extender su trayectoria en la industria de la eólica marina, en pleno auge. En Vigo trabajan en estos momentos en un proyecto para Dubái. Los sistemas de elevación que diseñan y fabrican en Valadares en los escenarios offshore se acomodarán para el transporte de material y personal en las plataformas que se dedican a captar la fuerza del mar para transformarla en energía.

Uno inclinado para el parador de Muxía y pedidos para la industria petroquímica

La factoría gallega de Otis también es la planta del grupo dedicada a asumir los proyectos más singulares que confían al grupo que atesora el predominio en el mercado. Un ejemplo son los ascensores inclinados como el que se encuentra en el parador de Muxía, que es obra de esta auxiliar viguesa. Además, dan forma a estructuras panorámicas como algunas que equiparon en megayates construidos por el naval vigués y también se han atrevido con pedidos para la industria petroquímica.