El Tribunal de Cuentas cree que la UE ha concedido demasiado dinero a la acuicultura
ACUICULTURA
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Los auditores señalan que la producción ha entrado en punto muerto, que los países no han seleccionado proyectos en función de los objetivos de la UE y que no es posible medir de manera fiable el impacto medioambiental del sector ni los resultados obtenidos con los fondos de la UE
16 nov 2023 . Actualizado a las 04:46 h.Ni una inyección de más de mil millones ha conseguido hacer despegar a la acuicultura europea. Lejos de eso, se ha estancado, advierte el Tribunal de Cuentas Europeo en su informe especial sobre la política acuícola de la UE. El trabajo recoge que la producción parece haber entrado en punto muerto, a pesar de que la acuicultura es un elemento vital de la estrategia de economía azul, contribuye a la seguridad alimentaria y tratarse de una fuente de proteínas de baja huella de carbono.
El crecimiento en el período 2014-2020 ha sido de un nimio 3 %. Y en algunos países, como Francia e Italia, incluso ha bajado. Al mismo tiempo, ha disminuido el número de empresas acuícolas y se ha destruido empleo, pues en ese espacio de tiempo la ocupación pasó de 40.000 a 35.000 personas. Y todo, a pesar de que se ha puesto a disposición del sector 1.200 millones de euros en esos 7 años.
Esa cantidad triplicó con creces lo invertido en el período 2007-2013, «pero ni la Comisión ni los Estados miembros han demostrado la necesidad de semejante aumento». Así es que los auditores «tienen razones fundadas para creer que se ha concedido demasiado dinero de la UE». Tanto es así que buena parte de él no se ha utilizado, y es posible que los Estados miembros no puedan gastar todos los fondos disponibles hasta el 2023, que es el plazo establecido para que el gasto con cargo al Fondo Europeo Marítimo de Pesca (FEMP) se considere subvencionable.
El Tribunal de Cuentas también señala que los países financiaron casi todos los proyectos sin filtro, sin pararse a medir cómo contribuirían a lograr los objetivos de la UE. También relatan deficiencias en el sistema de seguimiento de los proyectos. Asimismo, no hallaron un conjunto único de indicadores que les permitiera evaluar la sostenibilidad del sector, pese a ser este uno de los principales objetivos de la política de la UE. Y todavía más preocupante son «los datos relativos a los logros de los fondos de la UE que se notifican: no son coherentes ni fiables, sobrestiman los resultados, contabilizan por triplicado y presentan cifras que fluctúan según el sistema de notificación empleado. En consecuencia, los auditores no pudieron determinar cuál había sido la contribución de los fondos de la UE a la sostenibilidad medioambiental y social del sector acuícola, así como a su competitividad.
«El resultado no ha sido satisfactorio», afirmó Nikolaos Milionis, miembro del Tribunal que dirigió la auditoría, en rueda de prensa.
Para el próximo período, del 2021 al 2027, el el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa) está dotado con 1.000 millones para garantizar la sostenibilidad medioambiental a largo plazo de la acuicultura y generar beneficios económicos, sociales y de empleo. «No obstante, los resultados se hacen esperar y todavía no pueden medirse de manera fiable», apunta el Tribunal de Cuentas en un comunicado.