Comer atún en lata es más fácil que saber qué especie es y dónde se pescó
CONSUMO MAR
Un estudio revela que pueden contener productos de distintos orígenes
26 abr 2022 . Actualizado a las 04:50 h.No suele faltar en las despensas porque permite preparar en poco tiempo comidas ricas y nutritivas: un sinfín de ensaladas, sándwiches, bocadillos, ensaladilla, con pastas, con patatas, en tortilla... Así se explica que las conservas de atún sean las más consumidas por los españoles, seguidas de otro túnido con nombre propio, el bonito del norte. Aunque, cada vez más, determinadas conserveras y distribuidoras ofrecen más información de la exigida por la Unión Europea, en el mercado predominan las que se ciñen a lo exigido: datos nutricionales y fecha de consumo preferente. Nada sobre la especie, dónde fue pescado o con qué arte. Al desconocer «el largo viaje que recorren los atunes» desde el mar hasta la mesa, al comprador se le está «dificultando la posibilidad de tomar decisiones con la información adecuada y de forma responsable».
Patricia Reglero, investigadora del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en Baleares, resume así una de las conclusiones de un informe elaborado por ese organismo y la Universidad de las Islas Baleares, en colaboración con el African Marine Expertise de Costa de Marfil y la asociación científica Alimentta. «Con toda probabilidad, cuando una persona está comiendo una lata de atún en cualquier lugar del mundo, está consumiendo atunes de diferentes especies y, a veces, pescados en diferentes zonas», añade el comunicado del IEO donde da cuenta de la investigación, enmarcada en el proyecto Planettuna.
En opinión de los autores, las conservas de atún deberían venderse con al menos información sobre la especie de la que se trata, la zona donde fue capturado y el estado de los recursos. Por una normativa comunitaria sobre etiquetado «más laxa» para el de conserva que para el de fresco, y porque «el entramado es a veces tan difícil de seguir y la información tan poco transparente», cuando se pone a la mesa «perdemos la noción de qué estamos consumiendo y de qué manera ha llegado», añaden.
Tres especies tropicales
Son parte de las consecuencias de un sistema alimentario «cada vez más deslocalizado e internacionalizado», añade Reglero. Sin embargo, recalca el estudio, «algunas conserveras y distribuidoras» ya indican el área de captura o la especie. Otras «incluso disponen de sistemas de trazabilidad en sus webs, pero a menudo esta información solo se puede averiguar una vez que hemos abierto el cartón que rodea el pack de latas, ya que los datos están en su interior».
Rabil, listado y patudo son las tres principales especies de atunes tropicales que «sustentan una gran industria global» dedicada a la extracción, distribución, procesamiento y consumo. La gran mayoría se capturan con artes de cerco, una flota compuesta oficialmente en el mundo por 678 buques, 28 de ellos de bandera española, añade el informe. En general, su estado de conservación «es bueno, menos» el patudo en el Atlántico o el rabil en el Índico, «donde se han superado los niveles de explotación máxima sostenible», por lo cual los organismos internacionales que los gestionan han adoptado medidas para recuperarlos.
Solo Tailandia, primer productor del mundo de atún en conserva, supera a España, donde unas 640 empresas de diferente tamaño elaboran al año unas 110.000 toneladas, el 64 % de la UE, valoradas en unos 883 millones de euros.
El informe divulgado por el IEO señala que los grandes atuneros españoles operan «principalmente» en el Atlántico y en el Índico, y también en el Pacífico. Nada que ver con las tantas veces cuestionadas flotas asiáticas, algunas acusadas de esclavismo, y que oficialmente introducen en la UE unas 80.000 toneladas al año.
Atún de Pesca Responsable
Desde la patronal Opagac, la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores, acreditan con el sello Atún de Pesca Responsable la procedencia del que captura su flota asociada y las conserveras y distribuidoras que lo elaboran y comercializan. Avalado por Aenor, garantiza el cumplimiento de las normas internacionales en materia medioambiental y sociolaboral. Galardonado con el Premio Alimentos de España, este año identifica en los lineales unos 40 millones de latas, pero también más de 11 millones de unidades de preparados como tataki, ventresca, hamburguesa o filetes de atún.