Consumo investiga el «fraude» en los artículos veganos que imitan pescados
CONSUMO MAR
Pescadores, conserveras y acuicultores exigen la retirada de los mercados
20 sep 2023 . Actualizado a las 04:45 h.Calló tras la primera denuncia colectiva de «fraude», pero el Ministerio de Consumo sí ha respondido a la segunda. Queda por ver si sienta precedente lo ocurrido con otro producto vegano que sus fabricantes presentan como lo que en realidad no es. De momento, el organismo creado en España «para prevenir y sancionar posibles fraudes masivos» ha decidido investigar. La Subdirección General de Inspección y Procedimiento Sancionador se lo ha confirmado a las organizaciones españolas más representativas de la pesca, la conserva y la acuicultura. Comienza a indagar si procede lo que reclaman: retirar de los mercados el «atún vegano al natural» y los «filetes de merlvza», con v en lugar de u.
Son dos de los artículos veganos, «imitaciones de los productos pesqueros» que solo en la letra pequeña de los envases aclaran que han sido elaborados a base de soja, guisantes, habas o arroz, con mínimos porcentaje de aceites de algas, entre otros.
Identificando a sus fabricantes y comparando su composición y aportes nutricionales con los de la merluza y el atún genuinos, ambos han sido denunciados por la Confederación Española de Pesca (Cepesca), la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar), la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos (Anfaco-Cecopesca) y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP).
El Gobierno español ha acordado averiguar si es cierto lo que sostienen esas cuatro entidades. Consideran que esos productos veganos «confunden claramente al consumidor» porque sus nombres comerciales «le hacen creer que se pueden obtener los mismos beneficios nutricionales» que con los pescados.
Presuntos incumplimientos
De ser así, subrayan que significaría «incumplir varias normativas de ámbito europeo y nacional». Entre ellas, la de seguridad alimentaria y nutrición por una supuesta «utilización falsa o fraudulenta de marcas sanitarias o identificativas de los alimentos», así como porque su presentación induciría «a confusión sobre sus verdaderas características sanitarias o nutricionales».
Los denunciantes opinan que también vulnerarían la norma española de competencia desleal porque contendrían «información falsa o que, aún siendo veraz, por su contenido o presentación induzca o pueda inducir a error». Por ese motivo, podrían saltarse las reglas nacionales de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios. Y, a mayores, la directiva comunitaria de prácticas comerciales desleales de las empresas.
Un precedente con el pollo
A raíz de una denuncia sobre una «pechuga de pollo vegana», la Dirección General de Consumo la trasladó a la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial (Autocontrol). Su Jurado de la Publicidad consultó a la Comisión Europea, desde cuya Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural dictaminaron algo que podría aplicarse a los sucedáneos veganos de pescados. En la Unión Europea (UE) los artículos que se presenten como lo que no son «solo podrán comercializarse con nombres que no induzcan al consumidor a error al permitir confusión» con los originales.
Dado que la Comisión considera que «una afirmación como ‘pechuga de pollo vegana’ podría considerarse información alimentaria engañosa», Autocontrol instó al fabricante a rectificar la publicidad de ese artículo.
El Consejo Consultivo de Mercados (MAC) ofreció a la UE varios ejemplos de etiquetado «poco claro»; entre ellos, los que ilustran esta información.