Un vecino de Laxe patenta un sistema de seguridad para evitar accidentes en la pesca de mar con caña
PESCA Y MARISQUEO
Un vecino de Laxe acaba de patentar un método de sujeción pensado para facilitar el rescate de los pescadores de caña que resultan arrastrados por los golpes de mar. José Manuel Pato, que es delegado de la Real Liga Naval Española de España en Galicia, ha conjugado tres sencillos elementos que se pueden encontrar en cualquier tienda de efectos náuticos para conformar un sistema sencillo que reduce de forma radical los costes de las tareas de salvamento marítimo y, lo más importante, puede evitar que se pierdan vidas. El equipo está formado por un arnés o chaleco de seguridad, que unido a una pequeña ancla plegable, por medio de un cabo, fija al pescador a tierra para evitar que la fuerza del oleaje lo arrastre mar adentro. El conjunto, que incluye también dos cintas de colores para facilitar la localización del accidentado, no llega a los dos kilos de peso y puede ser transportado con suma facilidad, junto al resto de útiles necesarios para la práctica de este deporte. El prototipo construido por Pato costó menos de 50 euros, aunque si finalmente se materializa su producción en serie el precio total de cada unidad podría bajar considerablemente. Por el momento, el inventor ya ha anunciado su intención de cederle la idea a la Consellería do Mar, de manera desinteresada, para que pueda ver la luz en el menor tiempo posible. Antes de crear el producto, este laxense, que se confiesa un gran aficionado a la pesca de mar, ha estado cuatro años desarrollando diferentes versiones, todas ellas bastante más complejas y costosas, que fueron desechadas. Al final, un trágico accidente que le costó la vida a una joven de la localidad pontecesana de Corme, hace tres semanas, lo motivó a hacer pública la variedad más sencilla. Pato ya patentó el año pasado un sistema de bolardos móviles para proteger los pasos de peatones que la Consellería de Industria está analizando. El inventor incide en la importancia de su creación para, en último extremo, poder recuperar el cuerpo del accidentado y les recuerda a los pescadores la conveniencia de ir acompañados siempre que se acerquen al mar.