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Ancla y arnés para evitar accidentes de pesca con caña

La Voz

PESCA Y MARISQUEO

José Manuel Pato González, delegado de la Real Liga Naval Española en Galicia, ha diseñado un dispositivo de seguridad para los practicantes de esta modalidad de pesca.

16 ene 2010 . Actualizado a las 13:52 h.

José Manuel Pato González, vecino de Laxe, delegado de la Real Liga Naval Española en Galicia, se dijo un día que tenía que hacer algo para evitar los accidentes fatídicos que, con cierta frecuencia, sufren los pescadores de caña en la costa gallega. Evitar o, al menos, garantizar y acelerar los rescates cuando ya no hay solución. Venía dándole vueltas a la idea desde hacía tiempo, pero la agilizó tras la muerte de una joven en el litoral de Corme.

En poco tiempo, Pato González diseñó un dispositivo de seguridad para los practicantes de la pesca con caña. Incluye un arnés o chaleco salvavidas (ambos elementos se pueden combinar), que incorpora un cabo o cable que, en su otro extremo, va amarrado a un ancla. El sistema lo patentó y, desde esta semana, es suyo definitivamente, tras la publicación en el Boletín Oficial de Propiedad Industrial. El funcionamiento es muy sencillo. El pescador se sujeta el arnés y echa el ancla a tierra, quedando sujeto a ella. Si es en un puerto, como punto de amarre puede usarse una bita o un noray. Un nudo es suficiente. Si es sobre rocas, el sistema es el mismo. En caso de que solo haya arena, es preciso clavar el sistema con fuerza. Queda unido por el cabo, que puede ser de entre 20 y 40 metros, algo que ya dependerá del portador. Pato cree que con veinte metros sería más que suficiente para garantizar la movilidad. Además, una cinta identificativa, de color verde, permitirá ver a la persona a lo lejos. El traslado, indica el inventor, no es engorroso, ya que todos los útiles pesan 1.750 gramos y ocupan poco espacio.

Además de la seguridad que proporciona estar amarrado a un punto fijo, en caso de caída, si no es grave, «el usuario puede aprovechar la cuerda para ayudarse a la hora de trepar». Y, en caso de que el hipotético siniestro sea mortal, al menos el cadáver estará localizado. «De este modo se evitaría el empleo de numerosos y cuantiosos medios de salvamento marítimo, que en ocasiones se ven obligados a trabajar durante varios días para localizar un cadáver, además, claro, de ser un alivio para las familias del desaparecido, que no tendrían que estar esperando tantos días o para siempre, como por desgracia ha ocurrido más veces», señala Pato González.

¿Cómo se puede acceder a este invento? De momento, salvo un contacto directo con su diseñador, no se puede. Pero, tras la publicación definitiva en el BOPI , no habrá que esperar mucho. La cuestión es más cómo que cuándo. Pato le ofreció el dispositivo a la Consellería do Mar, desde donde lo remitieron a la Secretaría Xeral para o Deporte, por el componente recreativo o competitivo de esta modalidad de pesca. Y aún está a la espera de recibir una contestación. En caso de que se demore en exceso, el inventor asumirá directamente su comercialización y, de hecho, ya ha realizado algunos contactos con empresas.

No es la primera invención de Pato enfocada a la seguridad, ya que también es el autor del PaATO, un sistema de bolardos que se levantan en los pasos de cebra cuando la luz del semáforo se pone roja e impiden el paso de vehículos.