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«Recomendamos cerrar la sardina, pero solo para el 2018, no por 15 años»

Mila Méndez Otero
mila méndez REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Emilio J. Cerviño / Mila Méndez

Científicos gallegos respaldan la veda, pero no aprecian, en ningún caso, que la especie esté en peligro de extinción

09 nov 2017 . Actualizado a las 11:08 h.

Cada primavera el Centro Oceanográfico de Vigo del Instituto Español de Oceanografía (IEO) se echa al mar para observar de cerca a las sardinas. La Comisión Europea estudia prohibir su pesca ante la alerta lanzada por los organismos internacionales que la asesoran. La escasez del pescado justificaría el parón que investigadores como Isabel Riveiro consideran inevitable si se quiere recuperar la especie

-¿Cómo han ido las últimas evaluaciones?

-La situación es preocupante. En las campañas de investigación portuguesas, donde evaluamos la biomasa de la especie, la fachada atlántica lusa, la zona que tradicionalmente registraba las mayores abundancias, está bastante despoblada. Además, la sardina de un año de edad, la que nos habla de cómo fue el 2016, está desaparecida.

-¿Está justificado el cierre de la pesquería?

-Desde el punto de vista biológico, sí. Lo recomendamos porque a corto plazo esta recuperación va a ser muy lenta. La veda podría favorecer que se produjese de una forma más rápida. Obviamente, para el sector pesquero es muy duro. Pero, sin reclutamiento, es decir, sin la incorporación de individuos de forma masiva para reemplazar a los que mueren, un cierre permitiría acelerar la recuperación.

-¿Son necesarios 15 años de parón, como desliza el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICSE)?

-Recomendamos el cierre, pero solo para el 2018, no por 15 años. Luego, hay que ver qué sucede. Las sardinas tienen una alta fecundidad, ponen muchos huevos. Si las condiciones ambientales favorecen una alta supervivencia, podría suceder que el próximo año tuviésemos un gran reclutamiento y la especie lograse recuperarse antes. Después, en la prospección anual de primavera, se analizaría qué ha ocurrido para valorar las capturas futuras.

-¿Galicia y Portugal comparten el mismo escenario?

-El stock va desde la frontera en el Cantábrico con Francia hasta el golfo de Cádiz. En toda esta área, muy extensa, hay algunas zonas en las que la dinámica es diferente y está mejor. En el sur, en el golfo de Cádiz y en el Algarve, la población no ha sufrido una disminución tan drástica como en la fachada atlántica.

-¿Y cuál es la situación aquí?

-Similar. Galicia está en una situación intermedia entre Portugal y el Cantábrico. En la campaña que hicimos en aguas cantábricas encontramos que del año pasado a este aumentó un poco la biomasa, pero seguimos en unos niveles muy bajos.

-La situación parece distinta en el golfo de Vizcaya, ¿no hay relación entre los bancos de sardina?

-La evolución del stock que llamamos del norte, que empieza en la frontera francesa, es más estable y presenta mejores condiciones. Cuando esta población tiene altos reclutamientos, parte de los individuos pueden venir hacia sur, pero, ahora mismo, el intercambio no está siendo suficiente para que el sur se recupere.

-¿Hay menos sardina o migra a otros caladeros?

-Hay menos sardina. Es cierto que se mueve, pero el stock comprende un área muy extensa. Lo que sí vemos es que los bancos están muy pegados a la costa. Antes la teníamos más distribuida por la plataforma.

-Los marineros del cerco insisten en que las capturas, sin embargo, son buenas y que hay sardina.

-Los bancos de sardinas, a veces, tienen un comportamiento agregatorio. Cuando hay poca biomasa, forman cardúmenes densos cerca del litoral. Los pescadores no tienen la misma percepción que nosotros. En la costa sí hay. El resto está prácticamente despoblado.

-¿Estamos ante el entierro de la sardina ibérica?

-No está en peligro de extinción, como he leído en algunas noticias. Sigue viviendo, pero las abundancias son muy bajas. Confiamos en que puedan darse unas condiciones adecuadas para su reproducción y volver a tener las rías llenas de sardinas.

«La pesca no es la responsable de esta situación, al menos, no la fundamental»

La flota gallega contiene la respiración ante una veda que supondría un duro golpe para el sector. La sardina es una de las especies más cotizadas en fresco para el cerco, al mismo tiempo que soporta críticas por su papel en la sobreexplotación de los caladeros. Riveiro rompe el mito: «La pesca no es la responsable de la situación, es un factor adicional, pero el problema fundamental es la falta de reclutamiento, de entrada de individuos nuevos a la población. Los huevos y las larvas no están sobreviviendo», apunta.

La científica del Oceanográfico recuerda cómo a pesar del control más exhaustivo de los últimos años, la tendencia no ha mejorado. «La recuperación rápida de la especie vendría también por unas condiciones ambientales que lo permitiesen», insiste la investigadora. Entonces, ¿por qué prohibir la pesca? «El único factor que se puede controlar es la presión pesquera. Bajar su intensidad daría la oportunidad de un buen reclutamiento a corto plazo. La población es muy joven, tenemos unas sardinas en general pequeñas y deberíamos dejarlas crecer un poco para que la reproducción tenga más éxito», explica.

La contaminación afecta a la pesquería e incluso hay hipótesis que apuntan a la temperatura del agua. Los planes de reducción de los topes no parecen suficientes. A muchos, les viene a la memoria el 2004, cuando hubo un fuerte descenso en las capturas. Y piensan que, como entonces, habrá una pronta solución. «El escenario es peor. Estamos ante las biomasas más bajas registradas nunca. Después de unos años de descenso, en el 2004 hubo un buen reclutamiento que favoreció la recuperación en las campañas siguientes. Desde ese año no hemos vuelto a tener una entrada importante de individuos jóvenes», concluye Riveiro.