Patrocinado porPatrocinado por

La pesca queda prohibida en el tramo del Cabe que soporta más vertidos

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

CARLOS CORTÉS

Medio Ambiente veda 2,6 kilómetros de río entre Piñeira y Distriz

17 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Consellería de Medio Ambiente decidió ampliar este año la superficie vedada a la pesca en los ríos del sur de la provincia. En el cauce del Cabe la prohibición se extiende al tramo comprendido entre el puente de Piñeira y la desembocadura del arroyo de Cinsa, dentro ya de la parroquia de Distriz. Son 2,6 kilómetros, aguas abajo del casco urbano de Monforte, que sufren con frecuencia los vertidos procedentes del polígono industrial de O Reboredo y de la estación depuradora de aguas residuales.

El vedado es la fórmula más radical que prevé la ley de pesca fluvial para hacer frente a situaciones de «extremo empobrecimiento de los recursos vivos de las aguas». En el tramo urbano del Cabe, aquejado también por esa merma, se optó por aplicar la captura sin muerte de truchas y ciprínidos. Las piezas deben devolverse al río entre el puente de Piñeira y la presa del club fluvial. Aguas abajo de Piñeira, la situación parece haber tocado fondo y la prohibición será total.

Quejas de pescadores

El tramo que se veda por vez primera en esta campaña motivó el pasado mes de octubre las quejas de la portavoz municipal del PP, Katy Varela. A través de su cuenta en Facebook, entonces denunció «el olor nauseabundo» y el aspecto «nada saludable» de las aguas entre Piñeira y Distriz. «Habíamos recibido protestas de algunos pescadores y fui a comprobarlo sobre el terreno, como hacemos siempre en esos casos», explica.

La concejala del PP, que acompañaba su denuncia en las redes sociales de un vídeo sobre el pésimo estado de las aguas, respondía así al anuncio municipal sobre los avances los proyectos para reconstruir la presa de A Pinguela y acondicionar una nueva zona verde en sus proximidades. Según su criterio, la supresión de los vertidos al río debería ser prioritaria frente a otro tipo de actuaciones.

Katy Varela precisa, no obstante, que la decisión de vedar la pesca en el Cabe entre el puente de Piñeira y la desembocadura del Cinsa fue adoptada por la Consellería de Medio Ambiente sin que mediase solicitud alguna en ese sentido por parte del PP monfortino.

Las quejas de los populares por los vertidos contaminantes al Cabe salieron a relucir en más de una ocasión en los debates del pleno. Frente a ellas, el alcalde hace bandera de las obras de mejora del saneamiento realizadas en los últimos años y censura que la Xunta no colabore económicamente en los convenios con los que se financian.

Dos focos de contaminación y un problema de solución costosa

El principal foco de vertidos en el tramo que acaba de vedar Medio Ambiente, aunque no el único, está situado aguas abajo Piñeira, a la altura de la estación depuradora de aguas residuales ubicada en esa parroquia. La Xunta dispone de informes que acreditan las deficiencias existentes en esas instalaciones y el plan hidrológico estatal aboga por la construcción de una nueva planta. Esta última posibilidad, sin embargo, no se llevó a la práctica por sus elevados costes.

De momento, se realizan obras de renovación de los colectores en varias calles de Monforte para reducir la entrada de aguas pluviales a la red y evitar sobrecargas puntuales que afecten a la capacidad de depuración de la planta de Piñeira. Como contrapartida a ese esfuerzo por la mejora del saneamiento, la confederación hidrográfica suavizó la presión sancionadora.

Espuma en los remansos

Hasta ese momento, las multas por los vertidos registrados aguas bajo del casco urbano suponían una importante carga económica para las arcas municipales. Justo donde comienza el vedado, en el tramo final del paseo fluvial, existe un regato que deja con frecuencia un rastro de contaminación en el río. En los meses de verano, cuando disminuyen el caudal y la corriente de agua, es frecuente ver en esa zona acumulaciones de espuma en los remansos.