Las primeras referencias a la pesca de túnidos en Galicia datan de 1907
14 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Las primeras referencias en prensa a la pesca de túnidos con liña se remontan en Galicia a septiembre de 1907 en que pailebotes franceses entran en Coruña a vender bonito capturado por Ortegal, en julio de 1912 balandros de la zona de Camaret y Brest venden 300 en la lonja coruñesa y en mayo de 1916 vapores parejeros con base en Vigo se desplazan al norte del Cantábrico a túnidos. La implantación de la fábrica de hielo de Benigno López en Celeiro (2 de abril de 1922) impulsa la pesquería; los vapores tipo Vigo de los astilleros de H.J.Barreras, el Benigno López del armador homónimo y el Cesáreo de Segundo Pita Almoina, despachan en julio de 1924 para la pesca del bonito, el Cillero Nº 1 de Ramón Vázquez Campo lo hará la costera de 1925. La pesca del bonito a cacea será la base de las economías del norte de Lugo buena parte del siglo pasado.
Un precedente a la pesca con cebo vivo, denominada alazien, la datan los investigadores Apraiz-Astui en 1929/1930 en País Vasco, consistía en largar al cerco y con la pesca al costado sin embarcar, usarla como cebo para con la caña pescar bonito en la proximidad del barco que carecía de movilidad.
La pesca del bonito a cebo vivo con viveros data de 1947, en San Juan de Luz introducida por Elissalt y Pommereau, un armador y un conservero, que copian el modelo californiano de los pescadores de San Diego y San Pedro. Los viveros de madera sobre cubierta empezaron a usarlos los pescadores de Iparralde y después Hondarribia. Aunque en un principio los pescadores eran reacios, la campaña de 1948 fue un éxito para los dos barcos que la practicaron y en 1949 se publicita su instalación en Bermeo por parte de los talleres Ur Goi; se supone pues que los bermeanos lo utilizaron antes de los cincuenta.
En la costera de 1953 Lázaro Larzábal, a bordo del Ben-Hur, constata como los boniteros Primavera y Verano entran cargados en Ondárroa gracias a las capturas con cebo vivo. Parte de la flota ondarrutarra decide meter a bordo dos toneles, uno a proa y otro a popa, para hacer la función de viveros; deben solucionar la formación de burbujas que hacía morir el cebo vivo al envasar y la escora adquirida con los recipientes llenos de agua y carnada, y la tripulación a una banda pescando a caña. (Rosa García Orellán).
Los primeros tanqueros mariñanos
Eliseo Ares Otero «Quintanero» pasa por ser uno de los patrones de pesca del elenco de los elegidos del Cantábrico. Abrió el camino de lo que hoy es la pesca en A Mariña y fue cabeza visible de una saga puntera. En 1954, mandaba el Quintanero; comprado en San Sebastián en 1947 con el nombre de Delio, había sido construido en los astilleros Lazkibar de Zumaya en 1942 y botado con el nombre de Mendí, foliado SS-3-809, de 17.95 metros de eslora, desplazaba 44.20 TRB y equipaba un Yeregui 150 HP sustituto del 70 HP original.
Junto al otro barco de la casa, el flamante Ares Otero mandado por su hermano Antonio Ares, deciden equipar los viveros de madera para esta campaña informado por sus colegas de Ondárroa, amistades mantenidas desde la venida de estos al chicharrón en Galicia y las idas anuales de los focenses a bocartes.
Este mismo año, llega adquirido a Celeiro el Campo Libre Nº 4 de Bermeo para los armadores Manuel Lamelas Fernández y José Gómez González, antecesor del San Cándido, equipado con dos viveros auxiliares que deciden probar.
La experiencia de los hermanos Ares Otero es un éxito y el año siguiente será el punto de inflexión en lo que respecta a la construcción y adquisición de pesqueros en el norte gallego, haciéndolo con viveros incorporados en la estructura del buque.
La costera de 1955 ve la llegada de los dos primeros boniteros gallegos con viveros fijos. Ambos encargados en Zumaya, equipan sendos Yeregui 150 HP, el Madre Andrea para los Pino Sánchez «Manzanos» de Celeiro, del astillero Egaña y el Nuevo Quintanero de Bedua para los Ares Otero «Quintaneros» de Foz, ambos de 54 TRB con 18.50 metros de eslora y 5.10 metros de manga.
En Burela, los dos primeros tanqueros no llegan hasta el año 1961 en que realizan las pruebas de mar al unísono en Ribadeo el Río de Burela de los astilleros Nicolás Fra de San Ciprián para los Pasaríns y el Basanta Paz de astilleros La Parrilla para los hermanos José Ramón y Manuel Basanta Paz.
El último tanquero gallego, con campaña final en 1991
El Pepín fue el último bonitero a cebo vivo en A Mariña. Oficio muy completo, compagina el trabajo con red para la obtención de parrocha o chicharrillo en las rías y su uso como cebo para la pesca de bonito con caña. En nuestra zona, la costera se iniciaba a principios de junio, tras la fiesta del Carmen, equipado con varas a cacea y tras dos mareas se cambiaba a tanqueo; solía coincidir a mediados de agosto y la campaña se extendía hasta octubre. El bonito aportaba la mayor parte de la facturación anual, en la década de los noventa parte de la flota burelense permanecía amarrada el resto del año.
El Pepín SS-2-1675 se construyó en los astilleros Ostolaza de Orio en 1962 para los hermanos Angel, José (Pepín) y Victoria Gutiérrez Fernández de Candás y se equipó en los talleres de Aróstegui, de 23.51 metros de eslora por 5.94 de manga equipaba un Unanue de 200 HP y desplazaba 83.87 TRB. En 1968 es adquirido por el que será su patrón, el xovense de Vilachá Francisco García Fernández tras cumplir ocho años con los Fernández Pino de Celeiro y su cuñado Antonio Balseiro Sánchez, que ejercía ya de motorista del barco en Asturias, en sociedad con Pedro Prieto Pena. En abril de 1971, es foliado en el distrito de Viveiro FE-2-2789. En 1985 se incorpora a la sociedad Ramón Balseiro Sánchez y en 1987 se le instala un Caterpillar 3466 de 350 HP a 1800 rpm. En 1990 sufre obras de mejora y protección de proa con cierre de aluminio. En 1996 causa baja por desguace realizado en los astilleros Vi-Bu del Vicedo.
Alternando mareas a túnidos y volantas durante el año, el Pepín realizó su última campaña a bonitos con cebo vivo la costera de 1991, desapareciendo así el último vestigio de este arte de pesca no solo en el norte lucense sino en todo Galicia.