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Los vapores de las conserveras de Celeiro en el primer cuarto del siglo XX

josé pino

PESCA Y MARISQUEO

La financiación para la adquisición iba a depender de los poseedores de capital

04 dic 2021 . Actualizado a las 04:50 h.

La aplicación del vapor a la pesca trajo consigo dos evidentes adelantos. Por un lado, las embarcaciones podían desplazarse fuera de las rías dejando de depender de los remeros que se ocuparían solo del manejo de la red; se contrarrestaba de esta forma los fallos de pesca en el área próxima a nuestro puerto, muchas veces debido a cuestiones de migración o atmosféricas. Por otra parte, la maniobra de las embarcaciones que dejaban de depender del remero o del viento que condicionaba el uso de las velas, iba a permitir pescar con redes mayores y el uso de menos embarcaciones auxiliares para el manejo de las artes de cerco.

Por supuesto, la financiación para la adquisición de vapores en los difíciles tiempos del principio del siglo XX iba a depender de los poseedores del capital y de los que más iban a beneficiarse de tal avance, los fomentadores, propietarios de las fábricas de salazón, escabeche y conserva, que darían un salto cualitativo en la procura del recurso que mantendría sus fábricas activas.

Cillero N.1 (1925) y Benigno López (1916)

Cillero N. 1 es un vapor de pesca construido en Luanco por el carpintero de ribera Anselmo Artime para el fomentador Ramón Vázquez Campo, que poseía la fábrica «El Paraíso» en sociedad con Benigno López. Con una eslora de 17.76 metros y 4.10 metros de manga, desplazaba 26.11 TRB y equipaba una máquina de vapor bermeana de Agapito Braulio Aranguren y Cía. de 35 HP. Foliado FE-2-1411, se estrena el día de San Juan de 1925 para la costera del bonito con 13 tripulantes a las órdenes del patrón de cabotaje Bonifacio Cora Trobo, primer Patrón Mayor del Pósito de Celeiro, donde ejerció desde su fundación el 30 de noviembre de 1923 hasta junio de 1924 y donde repetiría de 1930 a 1932. Los cinco primeros años solamente se dedicó a la pesquería de túnidos; a partir de 1930 la alterna con la costera del bocarte. Desde noviembre de 1932 hasta febrero de 1933, cambia su base A Coruña para dedicarse al arrastre a la baka; retomada la pesquería de cerco y bonitos repetirá en el invierno de 1934 en la ciudad herculina pero a la palometa con el arte de palangre.

En 1933 es adquirido por el conservero Manuel Insua Álvarez, en el lote de compra junto a la fábrica de hielo de la quiebra de Benigno López. Tomando el mando del vapor el patrón Delfín Fra Domínguez y el maquinista Severino Leal, ambos de Celeiro, se manda el barco a Zumaya para la instalación de una nueva caldera tipo Turgam en los talleres de Carmelo Unanue. Durante la Guerra Civil y hasta su paralización el 4 de abril de 1941 en que se le desmonta la caldera para la nueva unidad Virgen del Pilar del mismo armador, alternará todo el año las pescas a bonito y mansío.

Más información Sobre Benigno López (1916), se publicó un artículo en La Voz de Galicia, el 26 de septiembre de 2020.

Cesáreo (1907)

Encargado por los hermanos conserveros Segundo y Cesáreo Pita Almoina en el astillero vigués Vda. e Hijos de José Barreras y Casellas, el vapor tipo Vigo de cierto porte desplazaba 21 TRB en 15.50 metros de eslora con máquina alternativa y caldera inglesa Plenty de 25 HP. Foliado VI-5-2979 en 1924, es adquirido por el banquero Benigno López Muñoz, socio en la conservera de los Pita Almoina con los nuevos dueños Balbino Insua y Francisco López Insua.

El vapor se renombra Paco López y se registra en Viveiro FE-2-1826; junto al vapor Benigno López realizan la costera del bonito ese mismo año en la que se considera la primera campaña al curricán en este puerto. Los años siguientes se dedica a pesca de sardinas y bocarte con el arte de tarrafa, en verano a bonitos e incluso en noviembre de 1927 se despacha para la pesca de la centolla.

 El suicidio de su armador

En 1928, con el suicidio de su armador, el barco queda embargado y paralizado. En 1933, es adquirido en subasta por Francisco Parapar «Cachela» a la Sindicatura de la Quiebra de Benigno López e incorporado a la flotilla de la conservera de «Joselillo» o del Puntal. En 1941, sufre una reparación y reforma en el astillero del celeirense Rogelio Seoane, que le deja la eslora en 17.36 metros y manga 4.04 metros. Hasta junio de 1948, cuando es vendido al vigués Manuel Costas; volviendo a esa capitanía con el registro VI-5-7036, se dedicará únicamente a la pesca de tarrafa con dos lanchas auxiliares y tripulaciones de 11 a 18 hombres según la época, siendo su patrón habitual el vivariense José Meitín Ríos, y José Arrizado Álvarez el fogonero habilitado.

Alberta 2 (1903)

Romualdo Villar, ante el buen rendimiento de su primer vapor, en un viaje a Francia para comprobar los adelantos en materia de tecnología conservera encarga en los Chantiers Voisins Dyle et Bacalan de Burdeos un tarrafero de 13.40 metros de eslora y 17.5 TRB equipado con una máquina de vapor tipo Bigot de 40 HP.

 1 de abril de 1908

El 1 de abril de 1908 estrena la lista 5 por tratarse del primer vapor pesquero de A Mariña en régimen de importación, pasando al folio FE-2-1069. En 1915, el fomentador se establece en Huelva vendiendo el Alerta 2 a los vivarienses Pedro Pérez y Ramón Fernández. En junio de 1919, es adquirida para Cariño por Andrés Lago del Rio, figurando en 1924 registrado en la lista 4 y folio FE-3-182.

Alberta (1903)

El primer vapor registrado en el distrito de Viveiro el 27 de julio de 1903 es adquirido por Romualdo Villar Gómez propietario de la primera conservera instalada en Celeiro y que funcionó hasta 1911 (Nuevo/Míguez 2018). El Alberta, que lleva el nombre de la hija del fomentador, fue encargado en el Astillero Viuda e Hijos de José Barreras y Casellas sito en el Arenal vigués, construido por el carpintero de ribera José Cardama, en 1906 fundaría con su hijo Francisco los Astilleros Cardama operando como subcontrata de Barreras.

Este sardinero, de 13.30 metros de eslora por 2.80 metros de manga, respondía a la clase vapor tipo Vigo, de los que el astillero llevaba construidos 376 unidades en el año 1918, equipado con máquina y caldera inglesa Plenty & Son Ltd. de 20 HP, que Barreras construiría más tarde bajo licencia. Foliado FE-2-896, procedía del registro VI-5-2684. Dedicado al arte de tarrafa tuvo una vida muy breve. Naufragó el 1 de julio de 1909 en los bajos coruñeses de Baldaio entre Caión y Malpica.