Fin al agravio que permitía al arrastre portugués vender antes que el gallego
PESCA Y MARISQUEO
Los lusos tampoco pescarán los fines de semana ni podrán usar tren de bolos
18 dic 2021 . Actualizado a las 04:45 h.A partir del 1 de enero del 2022 acabará el agravio comparativo que durante los últimos 35 años enervaba a los arrastreros gallegos y del resto del Cantábrico porque los barcos portugueses podían faenar los fines de semana frente a España y vender antes que ellos sus capturas en los mercados españoles. El nuevo pacto bilateral empezará a aplicarse medio año después de que lo firmasen en Luxemburgo Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, y Ricardo Serrão, ministro do Mar en Portugal. Regirá durante cinco años, prorrogables por otros dos, una norma que iguala a las flotas de los dos países. Especialmente en el aspecto que más ampollas levantaba.
Desleal consideraban los arrastreros del noroeste la ventaja competitiva que suponía para los lusos —varios de capital gallego— comercializar pescado los lunes, cuando a ellos no pueden hasta la medianoche del martes. Portugal permite faenar los sábados y los domingos, mientras en España el descanso semanal es obligatorio en el caladero nacional. También lo será para los lusos, que deberán respetar en aguas españolas «los horarios establecidos de actividad».
Además, los portugueses solo podrán descargar en España a partir de la medianoche del martes, igual que los españoles en el país vecino. Con una salvedad, porque los horarios y los topes de capturas no se aplicarán si, por ejemplo, un arrastrero luso desembarca en Galicia para vender en su mercados de su nación, o a la inversa. En esos casos, los productos deberán transportarlos con la correspondiente guía.
Treinta arrastreros
Tienen opción a descargar indistintamente en puertos de los dos países los treinta arrastreros españoles y los treinta portugueses con licencia para pescar individualmente —no se conceden para parejas— en la franja comprendida entre las 12 y las 200 millas de la costa atlántica ibérica. Deberán respetar tamaño de mallas y especies objetivo, así como prohibiciones y dispositivos vetados en el país donde operen.
Este último apartado significa que a los portugueses ya no se les autorizará el controvertido tren de bolos, prohibido desde hace años en España porque se emplea para largar las redes sin dañarlas en fondos rocosos, habitualmente próximos a la costa y donde faenan otras artes. Los barcos deberán notificar entradas y salidas de las aguas del otro Estado con dispositivos de monitoreo y seguimiento de la flota VMS o ERS, similares al AIS.
El acuerdo fronterizo del Miño
El acuerdo hispano-luso también marca las condiciones para las gamelas propulsadas por motores fueraborda, los 26 pesqueros artesanales y los 18 cerqueros autorizados a pescar dentro de las 12 millas territoriales, en el entorno de la frontera del río Miño, 6 millas al norte y al sur para los artesanales y 10 para los cerqueros. Todos ellos han de atenerse a las normas del país donde estén, «incluyendo las vedas biológicas y los horarios de pesca».
Otra parte del pacto bilateral define las normas para los 44 pesqueros españoles y otros tantos portugueses autorizados a faenar dentro de las 12 millas de la frontera del río Guadiana.
España y Portugal refuerzan la coordinación e intercambio de información para el seguimiento de la actividad de las flotas en las aguas de la otra parte. A través de un comunicado, desde el Ministerio de Pesca señalan que todas esas medidas «dan respuesta» a las demandas del sector español, especialmente de la flota de arrastre del noroeste español y de las de cerco y arrastre del golfo de Cádiz, que reivindicaban «un acuerdo estable, duradero y en igualdad de condiciones con la flota del país vecino».