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Pesqueros gallegos, «asfixiados» por falta de cuotas pese a que otros no las usan

S. Serantes REDACCIÓN/ LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Un barco gallego descargando pez espada (foto de archivo)
Un barco gallego descargando pez espada (foto de archivo) P. L.

Espaderos denuncian que cada año quedan sin pescar cientos de toneladas en el Atlántico norte

19 jun 2022 . Actualizado a las 04:50 h.

Para que no queden sin pescar parte de las cuotas de las que dispone España, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación redistribuye las que no suele consumir la flota del caladero nacional. Pretende que el sector las aproveche y, al mismo tiempo, contribuir a evitar amarres de barcos que las agotaron cuando año tras años les «van a sobrar a otros». Por lo que cuentan armadores de palangreros de superficie gallegos, más conocidos como espaderos, lo que el Gobierno ha bautizado como «mecanismo de optimización» no se aplica con los cupos de esa flota el Atlántico norte. «Asfixiados» por sus exiguas posibilidades de pesca, protestan y denuncian lo que califican de «estafa: que cada ano queden sen capturar máis de 2.000 toneladas», asignadas a barcos que no las consumen porque les resultan más rentables las que tienen en otros caladeros.

Pez espada y tintorera, porque el marrajo dientuso está vetado en el Atlántico norte, constituyen el principal sustento de los 38 palangreros de superficie españoles con licencia únicamente para esos caladeros. Son poco más de un tercio de los 100 con cuotas en esas aguas, según el censo de este año, formado por 192 buques con opción, según sus respectivas licencias, de lanzar sus aparejos de anzuelos en el Atlántico sur, el Mediterráneo, el océano Índico y dos zonas del Pacífico.

Días atrás, de las 6.142 toneladas de pez espada que puede capturar la flota española en el Atlántico norte, se habían descargado poco más del 30 %, de acuerdo con la estadísticas oficiales de Pesca. Las de la Consellería do Mar indican que en lo que va de año en las lonjas gallegas se han comercializado unas 290 toneladas, a medias 8 euros el kilo. Poco más que los 7,50 de promedio de las 1.051 vendidas en Galicia durante todo el 2021.

«Non podemos seguir así»

En nombre de propietarios y, en varios casos, también patrones de espaderos «que levamos entre trinta e corenta anos rompéndonos a alma no Atlántico norte», un armador que pide que se preserve públicamente su identidad explica que sus posibilidades de pesca y, en consecuencia, de ingresos, han menguado tras los recortes de cuotas y la prohibición de capturar marrajo dientuso en esas aguas. Sobre esta última especie, exponen que «botamos ao mar miles de kilos» porque no pueden impedir que se lancen a por la carnada de sus aparejos.

La rentabilidad se ha reducido tanto como para que parte de los armadores opten por deshacerse de embarcaciones que, según dice, costarían «millón e medio de euros, pero están de saldo, vendéndose algunhas para Portugal por 300.000 euros». «Non podemos seguir así, é imposible subsistir», insisten, al tiempo que reprochan «que a Administración faga a vista gorda e que as asociacións —de armadores— calen e consintan». Podrían conseguir más cuota en el Atlántico norte, admiten, pero afirman que les piden entre 3 y 5 euros por kilo, la mitad o más de lo que les pagan a ellos por el espada.

 

Pesca no contesta

Desde el Ministerio de Pesca no han contestado a las preguntas de La Voz sobre los motivos por los que no aplican el mecanismo de optimización y no redistribuyen las cuotas del palangre de superficie que año tras año quedan sin pescar en el Atlántico norte. Tampoco se han pronunciado sobre cuántas posibilidades de capturar espada desaprovecha España en esas aguas, ni sobre la apretada situación denunciada por espaderos gallegos o las medidas que podría adoptar para que continúen en activo.

Otros aseguran que pueden alquilar cupos a 50 céntimos el kilo

Otras fuentes del sector, que también prefieren no desvelar públicamente sus identidades, reconocen que en los últimos años quedan habitualmente sin pescar cuotas de espada en el Atlántico norte. Dicho eso, aclaran que entre los armadores que no las utilizan abundan quienes las alquilan a unos 50 céntimos el kilo, un precio que consideran «razonable porque estase a pagar a medias de entre 7 e 8 euros».

Otra cuestión, precisan, es la compra definitiva del cupo, que, por lo que dicen, puede llegar rondar los 5 euros el kilo, dependiendo de los caladeros. Por las informaciones que manejan como parte del sector palangrero de superficie, estiman que alrededor de 30 buques de esa modalidad faenan en el Atlántico norte. Eso sí, admiten que otros no lo hacen porque les sale más a cuenta operar en zonas como el Atlántico sur, donde las cuotas se cotizan alto. Más interesante, añaden, porque, por ejemplo, ahí no está vetada la pesca de marrajo dientuso.