El bonito del norte frena la «pesca olímpica» de las últimas costeras
PESCA Y MARISQUEO
A la flota aún le quedan 7.500 toneladas tras años agotando la cuota prematuramente
24 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Divididos en al menos tres grupos, siguen al bonito del norte en su migración anual pesqueros gallegos, asturianos, cántabros y vascos. Este martes faenaban a unos 500 kilómetros al norte de A Coruña y a unas 300 al oeste de la Bretaña francesa (el más numeroso), a más de 280 al norte de Santander y a unos 45 al norte de Avilés (el más pequeño). Continúan en la costera de ese túnido porque no solo no han agotado el cupo sino que aún les quedan una 7.500 toneladas, el 41 % de la cuota nacional. Picando menos y con los bancos alejados de la costa, ese pescado azul fresco sigue en los mercados. Todo apunta a que, al ritmo actual de capturas, probablemente podrá comprarse hasta final de septiembre.
Datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación revelan que en lo que va de mes se descargaron en las lonjas del noroeste español una media de unas 125 toneladas diarias, menos de la mitad de las alrededor de 280 de promedio de las dos campañas anteriores.
Breves e hipótesis
Precisamente la costera del año pasado fue la más corta de la historia. Se cerró el día 16 de agosto, mientras las tres anteriores acabaron los días 19, 25 y 23. Finales prematuros para una pesquería estacional que hasta el 2017 se prolongaba hasta septiembre e incluso principios de octubre.
Barajan distintas hipótesis, pero los pescadores consultados no aciertan a explicar por qué el bonito anda este verano tan esparcido por el Cantábrico y vuelve a subir al norte. Tampoco por qué pica menos o a un ritmo más pausado, como dicen algunos.
Sea por las razones que sea, lo cierto es que el propio pez ha frenado la «pesca olímpica» en esta campaña estacional donde no hay cupos individuales, sí uno nacional que este año roza las 18.127 toneladas. Así bautizaron a una práctica que permite a cada barco capturar todo lo que puede en el menor tiempo posible, sin más límite que su propia capacidad de pesca y de almacenaje en frío. En definitiva, como si no hubiera un mañana, tratan de llevarse la mayor y mejor tajada de la bolsa común.
Topes para estirar la campaña
Porque acortó las costeras y, en consecuencia, redujo los ingresos de los barcos con menos capacidad de capturas, pescadores gallegos volvieron a proponer en el 2021 topes por días y artes. Era el cuarto verano en el que veían como los barcos vascos que faenan con cebo vivo se llevaban la mayor parte, el 60 % de la cuota nacional el año pasado. El otro 40 % se lo repartían cántabros (muchos también con cebo vivo), así como los asturianos y gallegos, que emplean el arte de la cacea o curricán. Mientras, desde el Gobierno vasco pedían un reparto por barco, puerto o comunidad, en base a capturas de las últimas campañas.
Las lonjas gallegas venden un 45 % menos y la cotización sube el 20 %
Consecuencia inevitable de la reducción de capturas que permite prolongar la costera y, por tanto, la posibilidad de disfrutar del bonito del norte fresco, es el descenso de las descargas y de las ventas. Se nota también en las lonjas gallegas, donde los datos oficiales provisionales indican que hasta ahora se han comercializado unas 1.050 toneladas, alrededor de un 45 % menos que el año pasado por estas fechas.
Pese a que los precios han mejorado, pagándoles el kilo a los pescadores a una media de 4,74 euros (un 20 % más que el año pasado y un 25 % más que el promedio del siglo), no compensan la caída del volumen porque los 5 millones facturados entre junio y esta semana son un tercio menos que los 7,5 del mismo período en el 2021.
Otro verano más, la lonja de Burela se ratifica como líder indiscutible del bonito en Galicia, rondando el 70 % de las descargas y de la facturación en primera venta.