
Iago Soto sale reelegido y asume como reto del pósito incorporar a jóvenes y a mujeres a la pesca artesanal
24 nov 2022 . Actualizado a las 23:16 h.Iago Soto ha sido reelegido como patrón mayor de la Cofradía de Vigo, cargo que ocupará durante los próximos cuatro años. Biólogo de formación, ejerce como mariscador a pie y defiende que en el mundo de la pesca «las problemáticas van a surgir siempre». Así que opta por afrontarlas con tranquilidad y trabajo.
—¿Cuál es el estado de la cofradía? ¿Están saneadas las cuentas?
—Sí, lo están desde hace años y continuamos en esa línea. Somos una organización sin ánimo de lucro e intentamos equilibrar ingresos y gastos. Además en los últimos ejercicios tenemos un superávit de unos 2.000 euros. Está bien para tener un colchón. Incluso durante la pandemia bajaron mucho los ingresos y mantuvimos este equilibrio.
—¿La actividad pesquera atrae a gente joven?
—No. Existe un problema generacional gravísimo, que entiendo que se extiende a todo el sector primario. Este trabajo, la pesca, se asocia tradicionalmente con dureza física. Todavía existe esa especie de mito del marinero fortachón. Es uno de los retos de la cofradía, superar esa creencia para que se incorpore gente joven y mujeres. Todas las profesiones están afectadas, desde mariscadoras a pie a patrones. Pero depende también de las ofertas de trabajo que se ofrezcan, de lo rentables que sean. Hay zonas donde la gente, digamos, se pelea por el trabajo y hay mucha más demanda que oferta, como el percebe en Baiona o la almeja en Cambados. Han conseguido que sea una actividad más atractiva. Pero hay otras donde se asocia con una actividad marginal.
—¿Es necesaria la formación en el sector?
—Defiendo la formación, pero no los titulitis. Hay que considerar que en la pesca debes tener diferentes habilidades de navegación, artes de pesca y organización. Pero rechazo que se haga negocio con la formación.
—¿Qué proyecto maneja la cofradía para la lonja de Canido?
—Me parece una oportunidad para que sea un centro de venta de especies que de momento no comercializamos. Tenemos estabilizada la venta de moluscos bivalvos o erizos, pero muchas capturas de barcos de artes menores o del cerco, como pulpo, centolla o sardina, no las comercializamos nosotros sino nuestros socios, generalmente a través de O Berbés. El puerto de Vigo hace un poco de agujero negro, es muy difícil competir con él. La intención de convertir la de Canido en una lonja de la cofradía está teniendo buena aceptación.
—La bonificación del combustible acaba el 31 de diciembre. ¿Cómo lo asumen?
—Los de hoy en día son precios por litro que han venido para quedarse. Está claro que está reduciendo mucho el margen de beneficio.
—¿Qué más líneas de actuación propondrá como patrón mayor?
—Nos preocupa el reconocimiento de la pesca artesanal. Desde Europa parece no haber sensibilidad por este trabajo. El tema de las organizaciones de productores pesqueros (OPP) es algo que las cofradías de Galicia llevamos décadas haciendo: trazabilidad, planes de explotación… A mí me parece que está copiado. No están reconociendo nuestra labor. Y la Consellería de Mar tiene cierta potestad para trasladar a Europa nuestra misión.