
A hora solo llega a los mercados la de litoral, y el año que viene la flota podrá pescar aún menos
24 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Tamaño, color, anchura del cuerpo y, sobre todo, precio, permiten distinguir a dos especies diferentes de pescado azul que, a la hora de marcar los topes de capturas, se gestionan como una sola. Para el reparto de cupos, las autoridades identifican como alfonsino al Beryx decadactylus y al Beryx splendens, aunque en realidad el primero es la auténtica y valorada palometa roja o virrey, mientras al segundo, su pariente, se le conoce también como palometa macho. Comer cualquiera de los dos frescos se complica en plenas Navidades porque a los mercados solo llega el capturado por la flota de litoral, que además únicamente puede pescar 10 kilos por barco y día.
La genuina palometa roja (Beryx decadactylus) suele medir entre 25 y 40 centímetros, pero puede alcanzar los 80. En las lonjas gallegas, donde la Consellería do Mar la registra como castañeta vermella, se paga en lo que va de año a medias de más de 30 euros el kilo, sin tasas ni impuestos. Por la demanda, ese precio se dispara habitualmente en estas fiestas y puede batir récords debido a la escasez. El alfonsino (Beryx splendens), identificado por Mar como castañeta macho y cuyo tamaño habitual oscila entre 20 y 30 centímetros, se lo abonan a los pescadores en las lonjas gallegas a promedios de 7 euros el kilo.

La flota española podía capturar en este 2022 que acaba casi 56.500 kilos de esas dos especies. Frescas, la mayoría proceden de los caladeros comunitarios de Gran Sol y, de hecho, la mayoría de las palometas rojas que llegan a Galicia se venden en Burela, Vigo, Celeiro y A Coruña, igual que los alfonsinos. Burela lidera el mercado autonómico, con más de 16.000 kilos de virrey y de 11.000 de su pariente el alfonsino, según los datos de PescadeGalicia.
Y el año que viene, menos aún
Para los consumidores son noticia porque quienes pueden procurarán incluir palometa roja verdadera en los menús especiales de estas fechas, pero para la flota de Gran Sol ha sido un varapalo no poder pescarla desde el 13 de diciembre. ¿Por qué? Según la Secretaría General de Pesca, en los días previos al cierre las embarcaciones parecieron hacer acopio para las Navidades y hubo barcos que cada día capturaban el máximo permitido para cada uno, 50 kilos.
No es de extrañar, por tanto, la «importante sobrepesca que inexorablemente repercutirá en la cuota» del 2023, advierte el Gobierno en esta resolución oficial. Si ahora escasea, en el 2023 todavía será peor porque la cuota pactada entre la Unión Europea y el Reino Unido se ha reducido un 20 %, con lo cual inicialmente le corresponderían a España alrededor de 40.000 kilos. Serán menos, en realidad, porque a esa cantidad habrá que descontarle el sobreconsumo de este final de año.
De momento, aunque los buques de Gran Sol la tienen prohibida, a los barcos del litoral español, de Galicia y del resto del Cantábrico todavía les quedan 10 kilos diarios.