Madrid planea obligar a parar dos meses a 73 cerqueros gallegos que pescan sobre todo jurel
PESCA Y MARISQUEO
El plan del Ministerio de Pesca también prevé un tercer mes de amarre voluntario. Los afectados reclaman que todo el período sea opcional
31 dic 2022 . Actualizado a las 04:46 h.La imposibilidad de dirigir los aparejos al jurel de Fisterra a Noruega augura un año difícil para aquellas embarcaciones que tenían en esta especie una de sus pesquerías principales. Aunque hay algún que otro barco de Gran Sol y varios arrastreros de litoral que capturan este pelágico, sin duda es el cerco el segmento de flota más afectado por la drástica reducción de capturas: de 70.000 toneladas a 15.000 (de 17.400 a 3.271 en el Cantábrico). Y dentro de esa modalidad, unos lo van a tener más difícil que otros.
En Galicia hay 149 embarcaciones de cerco. Y la Secretaría General de Pesca calcula que son 73 las que lo tienen más crudo. Son aquellas para los que en los últimos tres años el jurel ha supuesto más del 20 % de todas sus capturas. Y por eso el paro biológico que ha diseñado el departamento dependiente del Ministerio de Pesca va dirigido solo a esos barcos. Gallegos son 73, principalmente de Malpica, Camariñas, Sada y Portosín. Son, desde luego, la inmensa mayoría, teniendo en cuenta que en todo el Cantábrico son 87 los buques afectados.
Según los planes del Estado, esas embarcaciones tendrían que amarrar obligatoriamente dos meses, del 1 de enero al 28 de febrero. Y la que quiera puede seguir parada un mes más. Todo el de marzo. Estos últimos 30 días de paralización temporal, sin embargo, son voluntarios.
Pero el tiempo se le ha echado encima a la Administración y empezar el paro biológico nada más arrancar el año no será posible. Ha convocado una reunión para el próximo día 9 con el sector y las comunidades autónomas —que son las que deben sacar las convocatorias de ayudas— con la intención de tener todo preparado para iniciar el descanso el día 15.
Voluntariedad
Los afectados consideran que todavía hay mucho por determinar. Hay demasiadas incógnitas en un plan que, por lo pronto, no convence con esa obligatoriedad que impone. «Nós dende o principio prantexamos que as paradas temporais fosen voluntarias», señala Manuel Suárez, portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga). Según relata, hay armadores que tienen deudas y créditos que pagar que no podrán defender si están amarrados y prefieren seguir trabajando dirigiéndose a otra especie. «Á xente haille que dar unha saída», apunta.
Tampoco las indemnizaciones que se recogen a armadores y tripulantes durante la paralización temporal del barco son suficientemente atractivas. Para los marineros son 50 euros al día —sin contar los de descanso semanal—. Para los armadores, depende del tonelaje del barco. El propietario de uno de 50 GT (toneladas de arquero) percibiría unos 5.500 euros por mes de parada, pero no se aclara si se le exime del pago de la Seguridad Social. Si no se le exonera, habría que descontar casi la mitad. «Hai demasiadas lagunas», dice Suárez.
Pesca abre la xarda para cubrir la captura accidental de la bajura
Que se acerca una nueva campaña de pesca se palpa en el Boletín Oficial del Estado (BOE) que ayer publicó el reparto individual de cuotas de cigala en el golfo de Cádiz, de merluza para los barcos de volanta del Cantábrico Noroeste, y los cupos de esa especie para los palangreros de fondo que operan en ese mismo caladero.
Entre las resoluciones publicadas figura también la relativa a la xarda que capturan las artes menores. Aunque todavía falta para el inicio de la campaña de pesca dirigida, la Secretaría General de Pesca ha fijado para las 00.00 horas del día 1 de enero la apertura de la pesquería pero solo para la captura accidental. Ocurre que la caballa es una especie sometida a TAC (total admisible de capturas) y cuotas y, por lo tanto, está sujeta a la obligación de desembarque. Por tanto, si no se decreta la apertura de la pesquería, la flota correría riesgo de estrangulamiento y no podría salir a faenar.
De ahí que se establezca la apertura de la pesquería para la flota que trabaja con artes distintos del arrastre y cerco en una resolución que, además, establece el límite entre pesca dirigida e incidental: el 20 %. Si se captura más de ese porcentaje es pesca dirigida y no estará permitida hasta que el ministerio pacte con el sector la apertura por provincias de la campaña.
La cantidad de xarda que se capture de forma accidental se descontará de la cuota de cada provincia.