La conserva reclama poder importar más atún, anchoa, calamar y langostino al 0 %

La industria de transformación de productos pesqueros agrupada en la patronal Anfaco-Cecopesca ha enviado a los partidos políticos un paquete de 30 medidas específicas para que las tengan en cuenta a la hora de fijar sus líneas de gobierno. Son acciones prioritarias, según Anfaco, para superar los problemas que están lastrando la competitividad empresarial y reduciendo el consumo por la inflación.

Para empezar, sugieren la creación de una dirección general del complejo mar-industria, la modernización de los servicios veterinarios y homogeneizar una normativa que ahora se reparte en tres ministerios y 17 comunidades autónomas. Además, a su juicio, el nuevo Gobierno debería tener como prioridad al sector pesquero, posicionando desde un primer momento a un español como nuevo comisario al frente de los asuntos pesqueros a partir del 2024. «Ha quedado patente que Bruselas es fundamental y nuestra influencia debe mejorar», dice Roberto Alonso, secretario general de la patronal.

Los contingentes arancelarios que ahora se empezarán a negociar son otra prioridad para la industria de transformación, que se hacen imprescindibles en el caso de productos como el langostino patagónico (Pleoticus muelleri), la anchoa, el calamar patagónico (Loligo gahi) o lomos de atún. Para Anfaco es imprescindible aumentar esta última partida a 55.000 toneladas para el próximo período «si se quiere una industria que compita desde España». Eso sí, piden protección para las conservas de atún elaboradas en la UE y los empresarios reclaman que se consideren productos sensibles y se excluyan de las negociaciones de los tratados de libre comercio que las eximen de arancel si no se elaboran en idénticas condiciones laborales, de seguridad e higiene y exigencias medioambientales.

Ayudaría también a la competitividad e inversiones conseguir seguridad jurídica para las instalaciones situadas en dominio público marítimo-terrestre, con la revisión del reglamento de Costas, y lo mismo para los contratos fijos-discontinuos, un invento de la conserva con el que ahora estas compañías están teniendo problemas. En cuestión de calidad, seguridad alimentaria y sostenibilidad reclaman una mejor interlocución público-privada que pondere adecuadamente la representatividad e impacto de las medidas legislativas de información al consumidor, que se limite el fraude de los productos veganos de imitación a fin de que no puedan utilizar los términos comerciales de los pescados y mariscos, que se armonice el Nutriscore a las conclusiones de la Comisión Europea, o se impulse, decididamente, una revisión a escala europea del papel protector del selenio en los pescados y mariscos, apartándose de forma definitiva las noticias alarmantes sobre el mercurio que nuevas evidencias científicas han desechado. 

En lo que respecta a la financiación, Anfaco pide que se resuelva la exclusión de las empresas de transformación del PERTE Mar-Industria solicitado por la patronal. También plantean la revisión de las ayudas de mínimis, para ampliarlas a los 300.000 euros. «Para competir globalmente, el sector necesita mantener la inercia inversora, modernizadora, y la apuesta por la innovación. No podemos entender que después de un año, y tras haberse conocido que las empresas del mar no podrían acometer inversiones al amparo de los Next Generation, todavía sigamos sin solicitar desde el Gobierno la propuesta de PERTE a la Comisión», dice Alonso. Debe resolverse urgentemente esta situación, pues España es la principal potencia europea y ahora mismo está perdiendo oportunidades en la transición verde y digital», señala Roberto Alonso, secretario general de Anfaco.

Asegurarse de que haya un terreno de juego igualitario, y en el caso de las conservas de atún, principal producto del mar, su exclusión total, es decir, que se excluyan de las negociaciones de tratados de libre comercio por considerarse sensibles. La reducción del IVA a los productos pesqueros tampoco podía faltar.

La rebaja del IVA del pescado encabeza las peticiones de los pósitos españoles

Las cofradías de pescadores de España también han enviado sus propuestas a los partidos políticos. En este caso, la lista de federación nacional de pósitos que presidente el burelense Basilio Otero aparece encabezada por la petición de rebajar el IVA a los productos pesqueros. Sea bajada o eliminación total de gravamen, las cofradías, como el resto de la cadena pesquera, consideran que se trata de una medida esencial para favorecer el consumo de pescado y frenar la caída en el consumo que se viene detectando desde hace ya un decenio.

Eólica marina

Asimismo, solicitan al Gobierno que salga de las urnas una moratoria de la implantación de eólica marina en las zonas previstas hasta obtener mejor información científica sobre sus efectos sobre los recursos pesqueros y, por ende, en el resto del sector. En este sentido, demandan que se potencie la investigación pesquera y se aumente la dotación de recursos para mejorar la recopilación de datos y la evaluación del estado de los stocks.

Conseguir el reconocimiento de las cofradías como elementos esenciales en la vertebración del sector pesquero, pelear por modificar la clave de reparto de cuotas en la Unión Europea y modular la nueva Ley de Pesca Sostenible para evitar monopolios y concentración de cupos, además de la especulación con las cuotas son también otras de sus demandas.

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