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La flota intenta parar la videovigilancia de las descargas y pesajes de pelágicos

S. Serantes REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Foto de archivo de una descarga de lirio en Ribeira
Foto de archivo de una descarga de lirio en Ribeira SIMÓN BALVÍS

Varios puertos gallegos deberán implantarla si la UE no acepta limitarla

10 sep 2023 . Actualizado a las 04:50 h.

Costaba creerlo, pero vuelve a ser verdad. ¿Cómo la Comisión Europea puede aplicar a pesqueros que faenan en caladeros nacionales normas para los que operan en aguas internacionales? Dio en el clavo el prestigioso dirigente del sector gallego que a principios de agosto alertó de una propuesta recién confirmada desde Bruselas. Sin importar dónde ni quién los capture, la Comisión quiere imponer la videovigilancia de las descargas y pesajes de bacaladilla (lirio), jurel, caballa (xarda) y arenque en los puertos donde se muevan más de tres millones de kilos anuales. Ya que el último de esos pelágicos no se vende en Galicia, por los tres primeros afectaría a entre tres y seis lonjas de la comunidad autónoma. Por unanimidad, acaba de pronunciarse en contra el Comité Económico y Social Europeo (CESE), uno de los asesores de la Comisión.

Queda la votación final en el pleno de ese organismo, que se autodefine como «la voz de la sociedad organizada en Europa». Su dictamen es contundente. Considera que del control telemático de desembarcos y pesajes «deben quedar excluidas las flotas que operan dentro de las 200 millas de las zonas exclusivas» de los países de la Unión Europea (UE). Esos barcos y su actividad «debe seguir siendo responsabilidad» de los respectivos gobiernos nacionales. 

Garat y Sinkevicius

Defendiendo al sector una vez más, el acuerdo en la Sección de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente del CESE lo impulsó Javier Garat, presidente de las patronales española y comunitaria Cepesca y Europêche. Aunque lo apruebe el pleno de ese comité, la última palabra sigue teniéndola la Comisión y, en primera instancia, el departamento de Medio Ambiente, Océanos y Pesca que preside Virginijus Sinkevicius.

De momento no ha cambiado ni una coma en el apartado del reglamento con el que incorporará a la legislación comunitaria normas de conservación, gestión y control de la Comisión de Pesca del Atlántico Nororiental (NEAFC, por sus siglas en inglés). Es ahí donde establece reglas «especiales para las instalaciones de pesaje y procesamiento».

Asigna a los gobiernos nacionales la responsabilidad de «garantizar la vigilancia mediante tecnologías de cámaras y sensores en las instalaciones de desembarque y transformación en las que se pesen más de 3.000 toneladas anuales» de arenque, lirio, jurel o xarda.

El funcionamiento y la lonjas

«Cubrirá el flujo de pescado desembarcado hasta que se haya completado el pesaje», pero sin aplicarlo durante el transporte hasta la lonja. Sus gestores deberán «proporcionar a las autoridades competentes transmisión en vivo y acceso en tiempo real a los datos de vigilancia». Aclara, eso sí, que las grabaciones «se utilizarán únicamente para fines de control de la pesca y no para la identificación de personas».

Si la Comisión no escucha al CESE o a otras voces cualificadas, el control remoto de los tres pelágicos que se subastan en Galicia habrían de implantarlo los puertos de A Coruña, Ribeira y Burela. Cada uno de ellos ha superado en los últimos años los tres millones de kilos (3.000 toneladas) de bacaladilla, caballa y jurel, aunque la mayoría las descargaron barcos del caladero nacional. Por datos oficiales de otros ejercicios en los que la xarda no falló y no estaba prohibida la pesca dirigida de jurel, también podría ser obligatorio en Vigo, Portosín y Camariñas.