El pulpo estará vedado dos meses este año y puede que cuatro el que viene
PESCA Y MARISQUEO
Ventas y facturación han caído un tercio en una de las peores campañas que se recuerdan
27 mar 2024 . Actualizado a las 04:45 h.Desde que Daniel Formoso es patrón mayor de Muros —y suma ya dos decenios—, los profesionales de su ría siempre apostaron por una veda de dos meses para el pulpo. Querrían que fuese un paro biológico, que conlleva una indemnización a los profesionales por amarre obligatorio, pero no dudan de que «lle hai que dar descanso», con o sin subsidio. Por eso están satisfechos con la duración pactada para este año, que abrirá un paréntesis en la captura del cefalópodo durante mayo y junio. Los dos meses que llevaban 20 años planteando como necesarios. Y el próximo año podrían ser cuatro. Es lo que está pactado con el sector, pero está pendiente de definirse y concretarse en el plan de la próxima campaña (2025-2026). Una reacción congruente con la escasez que persiste en esta campaña, de las peores en años porque las ventas han caído un 32 % respecto a la pasada y un 22 % comparando con la media de las últimas diez.
Constatado que desde julio del año pasado hasta ahora el pulpo «fallounos moitísimo», también José Antonio Pérez, presidente de la Federación Galega de Confrarías, apostaba días atrás por una parada biológica para completar la veda o aplicarla si al abrir la campaña comprueban que el pulpo está desovando. «Acertar na época de desove, que esta cambiando», es uno de los retos que comparten los pescadores con la Consellería do Mar. Por eso, y porque la compensación con fondos públicos depende de criterios biológicos, para los cuatro meses del próximo año desde la consellería confirman que decidirán la época «en función do desove e tamén dos alevíns». Para ello, Mar se apoyará en la Unidade Técnica da Pesca de Baixura (UTPB), cuyos observadores recogerán más datos de los que ahora se les encarga y poder así «realizar unha mellor xestión do recurso».
«Dous meses, en maio e xuño», sin concretar día de inicio ni de final, de una veda en la que nadie podrá coger ni un solo pulpo en Galicia, ni los pescadores profesionales ni los recreativos. Más que los 45 días, casi siete semanas de la última, que acabó el 3 de julio del año pasado.
Más precio, pero no compensa
Desde entonces hasta este martes, los datos oficiales han ido acreditando las repetidas advertencias y quejas de los pescadores y de los comercializadores por la escasez de pulpo. Gestionada por Mar, la plataforma PescadeGalicia revela que las lonjas han subastado casi 1,35 millones de kilos de Octopus vulgaris, como lo llaman los científicos. Casi un tercio menos que en la campaña del 2022-2023, pero un 76 % por encima de la del 2020/21, de lejos la peor del siglo porque de principios a julio a finales de marzo solo se subastaron 767.000. Únicamente se vendió menos que hasta ahora en esa y en la del 2017-2018, cuando a estas alturas rozaban los 1,34 millones de kilos.
Por la carestía general en la cesta de compra y por la reducción de la oferta, a los naseiros les han pagado el pulpo mejor que nunca, a 9,46 euros de media el kilo, sin el 10 % de IVA ni tasas de alrededor del 3. Comparando con la temporada anterior, mejoró un 5 %, un 20 si la referencia es el promedio de las últimas diez.
Sin embargo, no ha compensado la caída de desembarcos. Los 12,74 millones de euros facturados entre julio y este martes son un 29 % menos que durante ese período de la temporada anterior y un 4,5 % inferiores a la media desde el 2014. Traducido a dinero contante y sonante, 5,11 millones menos.