Bruselas quiere controlar más a los pesqueros que se libran de las cámaras
PESCA Y MARISQUEO
Alega que la vigilancia actual no basta para combatir «descartes ilegales»
23 ago 2024 . Actualizado a las 04:45 h.La obligación de registrar y desembarcar todas las especies con límites de capturas trae de cabeza a la flota europea, sobre todo en pesquerías mixtas, donde es imposible seleccionar cuántos ejemplares y cuáles caen en los aparejos. Por eso, no se cansa de repetirle a la Comisión Europea que no quiere pescar lo que no puede vender para consumo humano. Desde Bruselas insisten en que vetar los descartes «es uno de los elementos fundamentales de la Política Común de Pesca». Con el Reglamento de Control de la Pesca, la vigilancia se intensifica con medios digitales. Entre ellos, circuitos cerrados de televisión, obligatorios desde enero del 2028 en barcos de 18 o más metros de eslora con «alto riesgo de incumplimiento». Aunque los de menor tamaño se han librado de las cámaras, Bruselas considera «necesario estudiar cómo se controlarán».
No solo los de menos de 18 metros, sino también los más grandes, aunque estén «por debajo de un alto riesgo» de saltarse el «registro preciso de las capturas, esencial» para que los científicos aconsejen a los políticos sobre los límites de capturas y el estado de las poblaciones pesqueras.
La Comisión se propone intensificar el control porque las técnicas tradicionales, como las inspecciones en el mar o en las descargas y la vigilancia aérea, «por sí solas no son suficientes para abordar el problema de los descartes ilegales». Sobre todo cuando actualmente «existen indicios de descartes ilegales e indocumentados», sostiene.
«Se necesita mucho más»
Cinco años después de la entrada en vigor de la obligación de desembarque, Bruselas concluye que, «a pesar de los esfuerzos realizados, se necesita mucho más para» aplicarla como se propone, por muchas críticas que reciba de los pescadores. La Comisión se remite a las pruebas que desde el pasado enero recopila para evaluar los resultados de la prohibición de los descartes y comprobar «por qué funciona como lo hace».
La flota clama en el desierto contra esa norma. No solo porque en muchas pesquerías la ve inaplicable, sino también porque multiplica las exigencias burocráticas. Y serán todavía más a medida que se aplique progresivamente el Reglamento de Control. Entre otras exigencias, obligará a los barcos a avisar con antelación de su entrada en puerto, a anotar en el diario electrónico de pesca o en la aplicación de móvil las capturas de especies objetivo, las accesorias —aunque solo llegue un ejemplar—, los descartes, los aparejos de pesca perdidos...
Orientaciones para el 2025
Sobre la intención de redoblar el control de los descartes, buscando alternativas a las cámaras que serán obligatorias en algunos barcos, aún es posible presentar «observaciones» hasta el 31 de agosto. Será el último día para pronunciarse sobre uno de los aspectos recogidos en la comunicación enviada por la Comisión a la Eurocámara y al Consejo Europeo sobre «Pesca sostenible en la UE: situación actual y orientaciones para el 2025».