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La UE evalúa cómo repercuten en la flota artesanal las vedas a la pesca de fondo

Somos Mar REDACCIÓN/ LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Un pesquero gallego artesanal (foto de archivo)
Un pesquero gallego artesanal (foto de archivo) XOAN CARLOS GIL

Los pincheiros que quedan en Gran Sol recalcan su mínimo impacto en ecosistemas marinos vulnerables

15 oct 2024 . Actualizado a las 04:46 h.

Considerados modelos de pesca selectiva y de bajo impacto sobre el medio marino, palangreros como los que capturan la afamada merluza del pincho en Gran Sol se han visto forzados a cambiarse a la volanta porque la misma Unión Europea (UE) que los encumbró los ha castigado expulsándolos de caladeros. Aun reconociendo carecer de información sobre el impacto en espacios marinos vulnerables de esas líneas de anzuelos que solo tocan suelo con pequeños bloques con los que las fondean, la Comisión Europea les ha aplicado la misma norma que a los arrastreros de fondo, artes móviles. A la espera de que la Justicia comunitaria decida sobre las demandas de anulación presentadas por Armadores de Burela y por el Gobierno de España, la UE vuelve a demorar la obligatoria revisión anual de las 87 vedas, que ahora, por recomendación científica, podrían subir a 108 o a 126.

Mientras tanto, en lo que dirigentes de la pesca española consideran tácticas de dilación de la Comisión mientras los tribunales de la UE no se pronuncian, el Comité Científico, Técnico, Económico y Social de la Pesca, (STEFC por sus siglas en inglés) prosigue con la recogida de informes para intentar evaluar el impacto de las vedas impuestas por la Comisión en cantiles de España, Portugal, Francia e Irlanda.

Este órgano asesor de la UE trata de averiguar con detalle cómo repercuten los cierres en las flotas artesanales de España y Portugal. Entre otras razones, porque serían los más afectados si prospera el incremento de espacios a proteger que sugieren los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés).

El STEFC también considera «necesario seguir investigando» las consecuencias del desplazamiento a otros caladeros de los pesqueros que desde hace dos años no pueden faenar en áreas donde llevaban años. Por proteger espacios donde se sabe o se supone que hay esponjas marinas o corales de fondo que continúan existiendo pese a la actividad pesquera.

Desde la Organización de Productores Pesqueros Puerto de Burela, única entidad del sector que recurrió ante la Justicia europea las 87 vedas, insisten en que los pincheiros (palangreros demersales) que aún resisten deben ser excluidos los vetos. Argumentan que distintos estudios científicos han constatado que esos aparejos con los que capturan principalmente merluza «tienen un impacto nulo o mínimo sobre el fondo marino, lo que hace que resulte desproporcionada la aplicación de las vedas como si se tratase de un arte de pesca activo sobre el fondo marino».

Puerto de Burela cuestiona igualmente la delimitación de los espacios marinos vulnerables por grados geográficos: «0,5 por 0,5 es demasiado baja para proporcionar estimaciones del esfuerzo pesquero, y asumir que son constantes podría ser poco realista considerando el tamaño del buque y el arte utilizado». Además, insiste en que «el uso de la metodología de huella de arrastre y zonas de amortiguamiento para todos los artes tiene un impacto desproporcionado».

En definitiva, en una comunicación dirigida a la DG-Mare (Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de Comisión), la organización burelense sugiere esas y otras mejoras en la metodología de análisis del impacto socioeconómico de las vedas «para tener una visión más realista y detallada de los impactos de todas las artes de pesca». Agradeciendo la oportunidad de participar en la consulta, aprovecha «para solicitar un mayor esfuerzo para mejorar todo el proceso legislativo, ya que consideramos que hasta el momento no ha sido el adecuado».