La sección oficial no logró levantar el vuelo con los filmes de André Téchiné y Fruit Chan A sus 93 años, el realizador portugués Manoel de Oliveira continúa en activo. Ayer, los asistentes al Festival de Venecia pudieron conocer «Porto da minha infancia», producción en la que Oliveira traza con aire autobiográfico su niñez y juventud en Oporto. El portugués, que ya obtuvo el León de Oro a la Carrera en 1985, participa fuera de concurso. El cine estadounidense llegó de la mano de «Training Day», una historia de corrupción que engancha ya sólo con su reparto: Denzel Washington y Ethan Hawke.
02 sep 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Con Porto da minha infancia, el portugués Manoel de Oliveira desgrana los recuerdos ligados a la ciudad que bebe del río Douro, vivencias que, a su juicio, se transmiten aunque ni siquiera hayan sido vividos por una persona, sino por sus antepasados. La opinión sobre el nonagenario Oliveira se divide entre los que le consideran un sublime peñazo y aquellos que ven en él la quintaesencia del cine. En cualquier caso, es un señor de 92 años que sigue haciendo al menos una película anual y no deja de ganar premios. ¿Qué piensa del cine?. Pues que es viejo. «Algunos piensan que inventan el cine, pero no es así, tenemos una historia detrás, los maestros italianos, franceses, alemanes, americanos... Todo reposa sobre la memoria, no se puede perder». Productores Respecto a la experiencia que ha tenido con los productores, asegura que el suyo, Paulo Branco, le da mucha libertad. «Pero desde luego hay una cosa que no me deja hacer: saber lo que tiene en el bolsillo». El cine portugués también estuvo presente en la jornada de ayer de la Mostra con Fragil como o mundo, de Rita Azevedo Gomes. El estadounidense se vio representado por Training Day, una historia de corrupción policial protagonizada por Denzel Washington y Ethan Hawke. El filme, que se proyectó fuera de concurso, permite ver una sólida interpretación de Washington como policía corrupto. En la película el actor afroamericano se mide con Ethan Hawke, que ayer sorprendió con su presencia en el festival, pues era duda hasta el último momento. Hawke y Washington direon color a un día «huérfano» de estrellas y que contó en la sección oficial con dos nuevas películas que no entusiasmaron: la fracesa Loin, de André Téchiné; y la china Hollywood Hong Kong. Globalización Una treintena de cineastas italianos, entre los que figuran Ettore Scola y Gillo Pontecorvo, presentaron el proyecto que han titulado Un altro mondo é possibile. A medio camino entre el documental y la película, los realizadores resumen en imágenes la cumbre del G-8 celebrada en Génova a finales de julio pasado. Esa cumbre ha marcado un punto de inflexión en el desarrollo del movimiento contra la globalización, ya que aparte de la masiva presencia de miles de manifestantes procedentes de todo el mundo, se produjeron violentos incidentes saldados con un muerto y decenas de heridos y detenidos. Con anterioridad a la cumbre, un amplio grupo de realizadores ya tenía el proyecto de rodar escenas sobre el ambiente en las calles en los días previos a la reunión de los países más ricos, así como comentarios de los genoveses.