Un viejo militante del APRA a punto de perder una pierna, su nieta que quiere ser concertista, un general retirado a la fuerza que atropella involuntariamente a una mujer que acaba de quedarse viuda y no lo sabe, un loco por Eva al desnudo que traslada sus fantasías al cuerpo de su casera y un abogado corrupto a compara las voluntades de los jueces, conforman Ojos que no ven , una película coral del director peruano Francisco Javier Lombardi, que ayer presentó su película en el festival de cine de San Sebastián. La producción, de manos de la coruñesa IJV y con participación de la TVG, es un drama coral donde los personajes buscan redimirse a través de lo que el destino les depara. Como telón de fondo, los vídeos que destaparon la corrupción del Gobierno Fujimori y su más directo colaborador, Montesinos. Historias individuales «Perú y su historia más reciente están presentes, pero yo hablo de historias individuales, de pérdida de valores que, lógicamente están directamente relacionados con la corrupción política», explica el director. Todas las clases sociales y los pensamientos están presentes en la cinta que, a lo largo de dos horas y media, van desentrañando la fragilidad de los más poderosos, al mismo tiempo que desvelan la fortaleza de los desheredados.