Los ganchos populistas fueron claves para detener la reducción de visitantes de los últimos años Concluye la feria editorial alemana con un aumento de más de un 7,7% de afluencia.
13 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.La Feria del Libro de Fráncfort cerró ayer sus puertas con la satisfacción de haber recuperado mediante acciones espectaculares la atención del público, tras dos años consecutivos de reducción del número de visitantes. «Este éxito (de público) es una buena señal para el mercado del libro en Alemania y en el mundo y esperábamos que vuelva a haber crecimiento en el sector tras dos años de estancamiento», dijo el director de la feria, Volker Neumann. El escritor brasileño Paulo Coehlo firmando ejemplares de El alquimista en 52 idiomas ?para inscribir esa acción en el libro de récord Guinness? o una comunicación con los astronautas rusos en la estación espacial y preguntarles qué libros llevaban a bordo fueron dos de los ganchos populistas de la Feria. El baile de Günter Grass El público respondió a esas acciones, al igual que a una sección de baile y poesía con el premio Nobel Günter Grass o a la instalación de un cine en un pabellón para presentar versiones cinematográficas de textos literarios, y los visitantes aumentaron claramente con respecto a las dos ediciones anteriores. En total, el número de visitantes que había visitado la Feria hasta el domingo ?todavía no se conocen las cifras de ayer? ha sido de 273.229 personas lo que representa un aumento del 7,7 por ciento con respecto al año anterior. Ya al comienzo de la feria, tras dos años en los habían soplado vientos de crisis, los directivos se habían expresado con optimismo debido al aumento del número de expositores. Ahora, también los editores están bastante satisfechos y, según dijo el subdirector de la feria, Holger Ehling, una gran mayoría de ellos califica el desarrollo de los negocios en esta edición de «bueno» o «muy bueno».