«Este libro no es la historia de Martes y Trece, ni un libro de cocina escrito por Martes y Trece, ni un ensayo de antropología rusa ni la biografía de un poeta del desierto tunecino». Ésta es la enrevesada definición que ayer hizo el humorista Millán Salcedo de su nuevo libro, En mis trece (Aguilar), una historia de su vida desde sus comienzos hasta la disolución del popular trío. Catorce capítulos sirven a Millán para desmenuzar, con su sentido del humor, una aventura que comienza con él sentado en un tren al terminar la mili en 1976, donde rememora su infancia, su familia, su relación con su madre y sus andanzas por pueblos, plazas y patios donde consiguió las tablas para ser actor. Le costó mucho ser hasta figurante. Bromeó asegurando que tenía la cara llena de granos y no daba el tipo y que con 17 años le rechazaron para papeles porque «daba muy mayor». «Si lo sé nazco antes, no te jode», espetó Millán. Sus inicios Acompañado por el también humorista Forges, que ironizó en la presentación asegurando que esta televisión de hoy «honra al que la abandona como Millán», el humorista advirtió de que nadie encontrará morbo en su libro, aunque eso sí, aprovechó para lanzar una lanza en favor de quienes escriben aunque hayan salido en televisión. «Después de lo de Ana Rosa Quintana hay que aclarar esto», dijo. Millán se adentra en el bar Siroco, donde conoció al Maño y Josema, sus futuros compañeros del grupo humorístico Martes y Trece, y comenta las decepciones de sus comienzos: «Qué difícil ponían lo de ser actor. O tenías un cuerpo de Danone o no te daban ni yogur de postre», aseguró. No todo han sido risas a lo largo de su vida, pero hasta los peores momentos los cuenta Millán con sentido del humor. La crisis del trío la cuenta sin acritud. «Decidimos que cuanto menos nos veamos, menos discutimos», narra y luego cuenta la entrevista con Madonna en Italia para el último contrato con TVE para el Especial Nochevieja. Miguel Bosé En el libro hay recuerdos muy especiales para aquellos que les ayudaron en sus comienzos, como Miguel Bosé, el primero que apostó por ellos, o su manager Pucherete. La tercera obra de Millán, también es autor de Sufro bucho y Cuando la aurora tiende su manto, da las claves del éxito de Martes y Trece: «Reirnos pero sin reirnos de nadie y sin ánimo de ofensa, con respeto». Y para quienes quieren saber qué hace hoy Millán la respuesta: «Mi mayor éxito es no ser loncha de panceta de esta parrilla televisiva, que nadie me asocie con esta fritanga de entresijos». Millán pide un favor al público que le ha seguido hasta hoy. «No dejéis que os incentiven el morbo. Antes nos reíamos con y ahora nos reímos de. ¿De qué nos reímos?», dice. No es mal consejo.