El músico visita Galicia en una gira que ayer lo llevó a Vigo, mientras que hoy actuará en A Guarda y mañana en Carballo
17 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.Poeta o profeta, Javier Krahe pasea su voz cazallera por cabarets y tugurios ajeno a los chascarrillos de la fama. Forma parte (junto a Luis Pastor, Pepín Tre o Pablo Guerrero) de una tribu que vive en el lado oscuro de la canción de autor. Casi tres décadas después de subirse a un palco por primera vez (a los treinta y cinco palos, una señora edad para perder la flor escénica), trae sus ripios de amor y humor a Galicia. Hoy actúa en la sala Escarabajo de A Guarda y mañana en La Reserva de Carballo. -Sí, al menos el noventa por ciento de mis canciones. -¿Y si las musas no llaman a la ventana? -Me quedo sentado hasta que llegan. Y siempre acaban por venir. -Esa ironía suya le viene de familia, ¿no? -Me sale así. La heredé de mi padre, al igual que el humor, que fue siempre el tono normal en mi casa. Mis hermanos y yo siempre lo hemos utilizado. -¿Está situado en la cara B de la escena musical? -Nunca se me había ocurrido esa expresión. Bueno, en realidad, se escucha siempre después de la cara A, aunque para venir a verme no es necesario hacerlo. Pero a ver a qué te refieres cuando hablas de la cara B¿ -¿Es el último poeta? -Nunca empleo esa palabra para referirme a mí. Me parece más sincero decir que soy letrista. Canción y poesía están a la misma altura. Parece que si te llaman poeta es como si te ascendieran, pero no es así. -Profeta le suena a¿ -A Malaquías. Mis letras no contienen nada relacionado con las profecías, que en general anuncian muchas desgracias, por lo que son una tontería. Las que advierten el fin del mundo nunca se han cumplido. Yo no tengo un tono profético en mis canciones, algo que Leonard Cohen sí posee. Por ejemplo, cuando decía aquello de que la democracia llegará a los Estados Unidos. Pero bueno, nunca se sabe, quizás he cometido algún desliz y a lo mejor te encuentras con alguna en mi repertorio. -Precoz no ha sido. -No. Pienso que hay tiempo para todo. Consiste en vivir a tope después de los 35 para poder hacer muchas cosas. Soy de los más tardíos. Recuerdo que Carlos Cano empezó en la música con 33 años¿ -¿De los solistas más tardíos? ¿De los cantautores? Defínase. -De los que se dedican a la canción. Dejémoslo ahí.