La dirección del ente destaca la inestabilidad del modelo sin publicidad
12 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La TVE sin publicidad «no tiene ni estabilidad ni permanencia». El contundente mensaje lanzado por Leopoldo González Echenique, presidente de la Corporación RTVE, en la comisión de control parlamentario del mes de marzo, puso en jaque un modelo que nació hace tres años con la intención de dotar precisamente de estabilidad y permanencia al ente público. Ante la bajada del presupuesto de RTVE -996 millones de euros frente a los 1.200 del año anterior- y con un déficit de 113 millones en el 2012, los rumores en torno a un hipotético regreso de los anuncios han abierto un debate en el sector.
Tres años sin anuncios
En enero del 2010 nació la TVE sin publicidad, medida que le dio un pico de audiencia del 18,6 % de media mensual. Poco después bajó al 15 % de media. Este pasado mes de abril, ya en un contexto diferente al de entonces, La Primera tuvo un 10,9 %.
Perjuicio para las privadas
La Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca), que agrupa a las privadas, presentó esta semana un estudio que sostiene que recuperar la publicidad en la pública supondría para el resto pérdidas estimadas en 200 millones de euros anuales entre el 2013 y el 2015. Recuerda además el informe que en la época en que tenía publicidad, TVE llegó a acumular una deuda de 7.767 millones de euros.
Ni a corto ni a medio plazo
«Para que la publicidad volviera a TVE habría que seguir una serie de protocolos que llevan un proceso administrativo laborioso que, a corto o medio plazo, no se va a producir -explica Juan Carlos Falantes, de la Asociación General de Empresarios de Publicidad-. Los lobbies de presión de las privadas intentarán que esto no suceda porque les perjudica».
El canon, la opción tabú
Según el experto en el sector audiovisual Jorge del Corral, «no va a volver la publicidad a TVE, porque sería un motivo de casus belli con las cadenas privadas». En su opinión, «lo que tendría que hacer la televisión pública es aplicar un canon a los espectadores, como en Europa, pero nadie quiere abrir esa vía». Portugal sí lo ha hecho. El presidente de la RTP lusa anunció estos días en el Congreso de Circom en Santiago que se va a implantar el pago de 2,25 euros mensuales por familia para garantizar este servicio público.
El subterfugio de los patrocinios
Ante la imposibilidad de ingresar dinero por publicidad, TVE ha implantado en muchos programas los llamados patrocinios culturales, que le permiten rebajar el precio del espacio compartiendo gastos con el patrocinador a cambio de una breve inserción publicitaria. «No se puede, pero sí se puede. Hecha la ley, hecha la trampa», comenta Andrés Barbé, presidente del Clúster Audiovisual Galego, quien también cuestiona la tasa compensatoria que las cadenas privadas y los operadores de telecomunicación deben aportar a TVE y que está pendiente de ser validada por Bruselas. «No va a quedar más remedio que recuperar la publicidad, porque ya no hay más dinero del Estado para pagar TVE», asegura. Pedro Revaldería, director general de Producciones Mandarina, también pone en duda la legitimidad de los patrocinios culturales firmados con grandes compañías y que sufragan a programas como Masterchef, Saber y ganar o la serie Isabel. Pero él señala: «Televisión Española tiene que sobrevivir sin publicidad. No sé qué interés hay en que vuelva a emitir anuncios, pero si lo hace, la catástrofe para el resto sería absoluta y pondría en peligro la existencia de toda la industria».
Las autonómicas públicas
Según Rosa Vilas, directora de TVG, la cadena pública autonómica «sí debe tener publicidad, porque de otra forma un montón de empresas gallegas se quedarían sin visibilidad y sin posibilidad de hacer comunicación pública de sus productos».