Lo conmemorará durante toda la semana incorporando contenidos especiales a sus conflictos cotidianos
10 jun 2013 . Actualizado a las 11:00 h.El brazo televisivo de la ley cumple esta semana mil programas aderezando a diario de polémicas y encontronazos las comidas de un buen número de espectadores, un millón y medio concretamente según las audiencias más recientes. De buena ley, el court show que mezcla legislación y entretenimiento en Telecinco, celebra el jueves mil emisiones y lo conmemorará durante toda la semana incorporando contenidos especiales a su representación teatralizada de los conflictos cotidianos.
Para su emisión del jueves, el espacio que presenta Sandra Barneda contará con un jurado popular compuesto por nueve personas que serán las encargadas de dictaminar si el demandado del día es culpable o inocente. En caso de que el veredicto sea desfavorable, la letrada Isabel Winkels determinará cuál será la sanción impuesta al culpable.
La celebración durará toda la semana con novedades como testimonios reales relacionados con los casos que están en litigio y la reapertura de un caso que ya fue tratado en el espacio hace dos años.
Hoy, el programa tendrá en las gradas para prestar testimonio a una víctima real de bulling, que es el tema en litigio del día; mañana martes, personas anónimas discutirán pormenores sobre la desaparición de un hijo, y el miércoles, polemistas famosos opinarán sobre la difusión de un vídeo erótico. El viernes, Sandra Barneda recibirá a una pareja separada que ya visitó el plató en el 2010 y ahora regresa para decidir a quién le corresponde la custodia de un hijo común.
De buena ley sigue la estela de programas judiciales como Tribunal popular, que Televisión Española emitía a principios de los noventa, o el posterior Veredicto, que condujo Ana Rosa Quintana en Telecinco. Todos ellos comparten el carácter teatral que el medio infunde a casos judiciales inspirados en la vida real, y que son recreados en la pantalla por medio de una puesta en escena con la intervención de polemistas y agitadores. También cuenta con la colaboración de los letrados Gustavo Larraz, Emilia Zaballos, Aitor Canales, Darío Jurado, Isabel Winkels y Paloma Zorrilla.
La premisa es airear un conflicto para intentar encontrar supuestamente una resolución o una mediación antes de recurrir a la vía judicial auténtica.