Begoña Maestre: «Cuando rodamos la serie llegué a sentirme transportada a otra época»
TELEVISIÓN
La actriz asegura que su personaje de Elvira en «El final del camino» hace «que la historia crezca y gire»
31 ene 2017 . Actualizado a las 16:05 h.Begoña Maestre (Barakaldo, 1978) es Elvira en El final del camino. Ha participado en una quincena de series televisivas (Hospital Central, Motivos personales, El chiringuito de Pepe), en cine y teatro. Con este papel de mujer que se sale de los cánones de su tiempo, asegura que ha disfrutado sobre todo de su perfil reivindicativo. Porque Elvira, la mujer de Gonzalo de Catoira, lucha en un mundo de hombres por unos ideales que la igualan. Independiente, audaz y decidida serían sus rasgos principales. Pero, como en toda la serie, la trama hace que haya giros inesperados que ponen a prueba cualquier planteamiento inicial de los personajes. Asegura Maestre que disfrutó del rodaje y de Galicia.
-¿Se ha llevado consigo a su personaje Elvira?
-Siempre te quedas con algo y este de Elvira claro que lo tengo. El hecho de que no fuera un personaje histórico te hace sentir menos limitación para trabajar con él. Además, el que se desarrolle influida por la ciencia y el hospital le da muchas cosas especiales.
-¿En qué podría identificarse con este papel?
-Cuando rodamos llegué a sentir que estaba en mi poblado, mi casa. Te metías allí dentro, y dejabas que todo fluyera, y era gracioso, porque me miraba a los ojos y me sentía transportada a otra época.
-Y luego, en la parte real, rodar en Galicia. ¿Cómo le fue?
-La gente nos ha cuidado como si fuéramos gallegos. En todo, en el trato, comiendo... Soy vasca, y nos gusta comer muy bien. Cuando íbamos a algún sitio sabíamos que nos iban a dar de comer muy bien y que la materia prima sería excelente.
-¿Y una mujer como Elvira entre tantos hombres...?
-Mi personaje hace que la historia crezca y gire, porque es una mujer de armas tomar como las habría en aquella época, que era una época de hombres. Elvira podría haber sido como una de las mujeres de aquellos tiempos en Santiago de Compostela, una mujer inteligente como las habría seguro. Aquí se añade el ingrediente de que tiene capacidad para sanar, lo que da mucho juego.
-¿Y cómo definiría la relación con su marido Gonzalo de Catoira?
-Es una mujer con una relación moderna con su marido. Ella acepta que él tenga un trabajo así. Y él acepta que ella sea casi como un hombre más.
-¿Es más divertido hacer papeles de buena o de mala?
-Ser mala malísima puede ser muy divertido. Puedes pensar qué harías en la vida simplemente siguiendo a tu personaje. En el caso de Elvira, me gusta porque me da cosas que yo no tengo. Aprendo mucho. Y también me sirve para compararlo con el tiempo actual, en el que sí hay mujeres así.
-¿Qué significan para usted, y para la profesión de actores, iniciativas como esta producción de Voz Audiovisual, de la Corporación Voz de Galicia, para TVE y TVG?
-Todo lo que sea trabajar y crecer está muy bien, tanto a nivel individual como colectivo. Me parece muy elogiable que se pongan en marcha producciones como El final del camino. Por eso deseo con todas mis fuerzas que
la serie funcione y vaya muy bien.