Los grandes favoritos se juegan el pase a la final en Eurovisión 2018

Laura Placer Breijo
Laura Placer LA VOZ EN EUROVISIÓN

TELEVISIÓN

Laura Placer / Atlas

Durante la primera semifinal se podrá ver la actuación de Amaia y Alfred

08 may 2018 . Actualizado a las 09:26 h.

El escenario del Altice Arena acogerá este martes por la noche (21.00 h, La 2) una verdadera lucha de titanes. Nueve candidaturas se quedarán a un paso de luchar por la victoria en la primera semifinal del Festival de Eurovisión, en la que participan 19 países. Catarina Furtado, Daniela Ruah, Filomena Cautela y Sílvia Alberto serán las encargadas de presentar el evento y anunciar los diez países que optarán al micrófono de cristal el próximo sábado.

Pero los semifinalistas no estarán solos. El anfitrión Portugal, Reino Unido y España mostrarán también sus canciones durante la retransmisión, aunque no se jugarán nada, ya que tienen el pase asegurado a la final. Alemania, Francia e Italia tendrán ese mismo privilegio en la segunda semifinal. Para la puesta a punto, todos los países de esta primera fase realizaron este lunes dos ensayos generales (en el segundo de ellos el jurado profesional tuvo que emitir ya su voto) y completarán este martes por la mañana el tercero.

RAFAEL MARCHANTE | Reuters

En las dos tomas a las que se enfrentaron este lunes Amaia y Alfred los resultados dejaron un tanto descontentos a los asistentes. La casi perfección vocal que habían alcanzado en el ensayo del domingo se vio perjudicada por unos pequeños fallos al inicio de la primera prueba.

En la segunda, que contaba con público en el estadio, y que será emitida durante la semifinal, Alfred volvió a tener algún que otro problema de entonación que fue recogido con tibieza por los fans. Amaia lució en la primera ocasión un nuevo vestido en color blanco con puntillas aunque finalmente se decantó por el negro de transparencias que estrenó en la jornada del domingo. Así lucirá en la final, en la que Alfred vestirá el mismo traje que escogió para su primer ensayo en Lisboa en color burdeos con cristales de swarosky bordados.

Una semifinal de altura

La ya proclamada favorita de la edición, Israel, no lo va a tener fácil en esta primera semifinal. Netta, que en los ensayos se mostró un poco ahogada, tendrá que competir contra otros favoritos.

Bulgaria y República Checa buscarán entrar en los 10 mejores de la semifinal para verse las caras el próximo sábado. El representante checo presentará modificaciones en su escenografía debido a una lesión y apostará por una realización similar a un videoclip.

Un crecimiento imparable en las casas de apuestas ha dado lugar a una nueva favorita. Eleni Foureira, por Chipre, luchará también por su plaza en la final con una coreografía de vértigo que fue muy aclamada en los dos ensayos de este lunes.

Además de los claros favoritos al triunfo, varios de los 19 países participantes en la semifinal pueden dar la sorpresa en Lisboa. Ieva, la cantante lituana, ha conquistado a los fans y a la prensa internacional con una bonita balada que puede suponer una dura competencia para Amaia y Alfred. Otro rival que podría poner a la pareja española en apuros es Irlanda. Ryan O’Shaughnessy, guitarra en mano, defenderá su canción Together, un tema lento con una puesta en escena realmente cuidada que está en disposición de robar muchos votos a España si consigue colarse en la final.

Los «triunfitos» suben la audiencia del festival en España

La expectación por la actuación de Amaia y Alfred en la final del próximo sábado hace esperar que la audiencia de Eurovisión suba este año en España gracias al arrastre de Operación triunfo. No obstante, el seguimiento quedará lejos del alcanzado por la primera ganadora de OT y sus célebres coristas en el año 2002. En aquella ocasión, la interpretación de Europe’s Living a Celebration fue seguida por 12,7 millones de espectadores, un histórico 80,4 % de cuota de pantalla para el festival europeo. Para ponerlo en perspectiva, la decisiva prórroga del Mundial del 2010, que ganó España, tuvo una cuota del 80,3 %.

Aquella actuación de Rosa López, que logró el séptimo puesto, es la segunda emisión no deportiva más vista de la historia de la televisión en España, por detrás de otro hito conseguido por ella misma: la final de la primera edición de Operación Triunfo, que ganó ante 12.873.000 espectadores (un 68 % de cuota).

Las participaciones de los tres representantes elegidos en Operación triunfo figuran entre las cuatro emisiones más vistas de la serie histórica del certamen, según estudio de Barlovento Comunicación realizado a partir de las mediciones de Kantar Media. Concretamente ocupan los puestos primero, tercero (para Beth, logró el octavo puesto) y cuarto (para Ramón del Castillo, que fue décimo). La segunda edición de Eurovisión más vista fue la del Chikilicuatre en el 2008.

Lisboa ejerce de anfitriona de 43 delegaciones en una edición de bajo coste

Begoña Íñiguez

Lisboa es una fiesta en los días previos a la final del Festival de Eurovisión. En sus calles más céntricas se han colocado las banderas de los 43 países participantes, abundan la alegría y las fiestas paralelas en diferentes embajadas y locales de la ciudad. El motivo son los miles de eurofans, los 4.000 periodistas acreditados de todo el mundo, las 43 delegaciones participantes, unidos a los numerosos turistas. Según las previsiones, unas 100.000 personas estarán en la capital portuguesa el sábado, aunque muchas no tengan entradas.

Los lisboetas son los anfitriones perfectos, ya que a su carácter amable y acogedor se une que están habituados a recibir a turistas. Lo están dando todo para convertirlo en el mejor festival de los últimos años. Aunque el mérito radica el carácter low cost de Eurovisión Lisboa. «Hemos controlado el presupuesto hasta el último detalle», asegura João Nuno Nogueira, productor ejecutivo del festival, que añade: «Esta es la edición más barata de los últimos años, optimizando todos los recursos que tenemos en la RTP, no superaremos los 25 millones de euros». Nogueira termina: «Estamos muy satisfechos con todo lo que hemos conseguido con mucho menos presupuesto del que han tenido las ediciones anteriores».

Una de las novedades de la programación paralela ha sido instalar la Villa de Eurovisión en la Plaza del Comercio, en una zona diferente a la del festival, en el auditorio Altice Arena, donde se celebró la exposición universal de 1998. El emblemático Terreiro do Paço, junto al conocido Cais das Colunas, ha sido el lugar escogido para montar la fun zone a la que se accede gratuitamente y donde se puede asistir a un concierto diferente cada noche.

El consistorio de la capital, presidido por Fernando Medina, ha contribuido con cinco millones de euros, de los que espera un retorno casi inmediato, debido al bum turístico que vive la ciudad.

Pedro, un hostelero de un conocido local céntrico, declara su satisfacción «por la cantidad de gente que está llegando de procedencias tan diferentes». «Tenemos nuestro local lleno día y noche», dice. Sin embargo para la lisboeta Rita no todo es tan positivo, «porque hay un tráfico infernal estos días y, entre las medidas de seguridad y el trasiego, resulta mucho más difícil moverse por la ciudad».