En la isla, donde todos se conocen, cualquiera puede ser el Urco. Entre los personajes hay sospechosos con motivos fundados y otros, que aunque sin razón aparente, no siempre dicen la verdad. La serie de TVE, en la que prosigue la incansable búsqueda de un asesino que anda suelto, emite este miércoles, a partir de las 22.40 horas, su sexto capítulo
18 feb 2020 . Actualizado a las 12:17 h.Desde el primer capítulo, si algo ha quedado claro en Néboa -el trepidante thriller coral producido por Voz Audiovisual para TVE y que emite este miércoles a partir de las 22.40 horas su sexto capítulo- es que en la misteriosa isla de mismo nombre que la serie nada es lo que parece. En este territorio imaginario, donde se suceden crímenes de forma periódica -con un último brote de asesinatos que centra la investigación-, la superstición local apunta como responsables de las muertes a un ser mitológico, el Urco, que sale del mar en las noches de niebla para matar a sus víctimas. Así sucedió, según la creencia popular, en 1919 y en 1989, cuando una serie de asesinatos cometidos durante el entroido sembraron el miedo en la isla y nunca hallaron respuesta.
Ahora la historia vuelve a repetirse con (hasta el momento) tres crímenes violentos marcados con la máscara inconfundible del Urco. En la isla, donde prosigue la incansable búsqueda de un asesino que anda suelto, cada vez son más las preguntas que las respuestas. Descartado algún sospechoso ya muerto, como Cascudo (David Seijo) -un surfero que sobrevivía como camello-, el recelo se cierne sobre otros personajes, algunos con motivos suficientes y otros aparentemente sin ellos aunque siempre con secretos.
Sospechosos con motivos
-Alejandro Ulloa (personaje al que da vida Santi Prego). Es el heredero y cabeza de la familia Ulloa, la más poderosa de la isla. Además de tratar de proteger a su hijo (uno de los jóvenes que acompañaban a la primera víctima durante una noche de entroido), las sospechas se centran en su pasado. Más víctimas del Urco también trabajaban en su conservera, empresa que da trabajo a muchos habitantes de Néboa. Su nombre ya sonó durante la investigación de 1989 al haber estado con otra víctima durante las horas previas al crimen.
-Roi Ulloa (Jorge Varandela). Es uno de los hijos de los Ulloa y forma parte del grupo de amigos de la primera víctima, Ana (Denisse Peña), la joven que apareció muerta después de una noche de entroido. Incomprendido, rebelde y agresivo, se encuentra siempre bajo la protección de su padre. Desde que apareció el cuerpo de la joven, sus movimientos y silencios levantan sospechas.
-Mara (Eva Fernández). Es la mujer de Alejandro Ulloa. En el quinto capítulo fue llamada al cuartel de la Guardia Civil para que aclarase lo ocurrido en 1989. En ese año, cuando ella y Alejandro aún eran solo amigos, tres de su grupo defendieron ante los agentes que el cabeza de los Ulloa había pasado toda la noche con ellos, algo que ahora se demuestra falso. Durante esas horas apareció la víctima de ese año.
-Antón (Antonio Durán, Morris). Es el padre de la primera víctima. Sin embargo, su relación con los Ulloa, para quien trabaja, y una ausencia nocturna durante la noche en la que falleció su hija, levantan las sospechas. También, lo sucedido con la lancha en la que apareció el tercer cuerpo. Es uno de los primeros a los que apuntó la investigación, y sigue en la lista.
-Roque (Denís Gómez) es el marido de Carmela, una de las sargentos al mando de la investigación. Es uno de los personajes que tiene más claves sobre la primera víctima, la joven Ana, con quien mantenía una relación oculta, y con quien planeaba escaparse de la isla de Néboa. A pesar de que los agentes lo dejaron libre tras prestar declaración, fue él quien apareció en la escena del tercer crimen.
-Gonzalo (Xabier Deive). Es el cura de Néboa, el personaje que ya sorprendió nada más arrancar la serie al invitar a tomar una copa a Mónica (Emma Suárez), la teniente de la Guardia Civil al frente de la investigación, de la que está muy atento y sobre la que no duda en investigar su pasado. La desaparición de una cinta en la casa de la sargento, de la que él tuvo conocimiento al escuchar una conversación en un bar, o sus escapadas nocturnas, ya lo pueden incriminar. Aún así, es ahora cuando se sabe que de su teléfono salieron las últimas llamadas realizadas al móvil de la primera víctima, una joven con una biblia en su mesilla.
Sin motivos aparentes
-Rosa (María Vázquez). Es la madre de la primera víctima, de la joven Ana. En conflicto con su marido, Antón, desconcierta su cambio a la hora de no testificar contra él. Fue también otra de las amigas de juventud de Alejandro Ulloa que en 1989 lo defendió durante la investigación del crimen cometido en ese año.
-Carmela (Isabel Naveira). A pesar de ser una de las sargentos al mando de la investigación, en su pasado y presente puede estar la clave para resolver este caso de asesinatos en serie que suceden desde hace 100 años. De su padre, que fue agente, dependió la investigación de 1989. Durante la serie se desvela, además, que su marido era amante de la primera víctima, la joven Ana (Denisse Peña).
-Coruxo (Alfonso Agra). Es uno de los personajes más inquietantes de la isla. Su silente presencia o su aparición en la noche en la que mataron a la primera víctima lo confirman como uno de los sospechosos habituales, siempre en la sombra.
-Viqueira (César Cambeiro). Es uno de los agentes del cuartel de la Guardia Civil más veteranos. Él es uno de los que podría tener más claves sobre el Urco al ya trabajar en la isla en 1989.
-Canedo (Dani Currás). Es otro de los agentes de Néboa, un guardia que, como se comprueba en la ficción, no es modélico. Siempre al teléfono, es el topo del cuartel. Desvela información supuestamente secreta.
-Amparo (Luisa Merelas). Es la matriarca de los Ulloa, la madre que busca que nada ensucie el apellido de la familia. Ella conocía la existencia de una cinta que podría aportar alguna clave sobre los crímenes de 1989. Su forma de actuar revela que puede saber mucho más.
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