«Hay gente con trabajo estable que se presenta a ''Gran Hermano'' para vivir la experiencia»

J. Moreno MADRID / COLPISA

TELEVISIÓN

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Telecinco comienza el proceso para buscar a los concursantes para la casa, que reabrirá sus puertas en septiembre

22 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre los 18 y 81 años, desde ucranianos hasta indios o desde un agricultor a un médico. Todos los perfiles encajan en el regreso de Gran Hermano, cuyo cásting ya ha comenzado Telecinco y la productora Zeppelin (Banijay Iberia) por los principales puntos del país. Hasta la fecha se han inscrito unas 87.000 personas (el proceso de selección continúa abierto en la web) que están dispuestas a dejar su rutina para enfrentarse a la mayor experiencia de sus vidas e incluso abandonar sus cómodos trabajos para probar suerte en el reality de la televisión por excelencia. «Estudié ingeniería industrial y después de hacer el máster dije que esta experiencia hay que vivirla sí o sí», cuenta Irene, una joven de 24 años que se presentó a la selección que se convocó en Madrid.

«Más que buscar, nosotros encontramos», desvela Teresa Colomina, la directora de cásting del nuevo Gran Hermano, cuyo regreso está previsto para el mes de septiembre con una edición presentada por Jorge Javier Vázquez. En su regreso, GH quiere volver a los orígenes con concursantes anónimos, el formato original del programa que se convirtió en un fenómeno social en España hace casi un cuarto de siglo. Los merecedores de una de las plazas para entrar en la casa de Guadalix de la Sierra, en Madrid, optan a un premio de 300.000 euros. «En el cásting hay de todo: matrimonios que se han conocido en otros cástings de anónimos, padres que se presentan con sus hijos. Toda la variedad de la sociedad está representada de alguna manera», incide.

Para el director general de la productora, Miguel Martín, Gran Hermano es un gran show de entretenimiento pero también una experiencia única para las personas que se presentan al cásting, aunque finalmente no sean los seleccionados. «Es el espíritu que está en el ADN del formato desde hace 25 años. Lo vamos a conservar», avanza. «La versión anónimos tiene un impacto social que evidentemente no tiene la edición celebrity, porque aquí se puede presentar todo el mundo. Es un premio muy cuantioso y un estímulo muy grande para mucha gente porque GH te cambia la vida. No solo se la cambia al ganador, sino también el propio hecho de participar en el cásting», asegura.

Colapso informático

Telecinco inició la selección para Gran Hermano con un anuncio en una de las galas de Supervivientes que, según sus responsables, colapsó el sistema informático de la productora. Los aspirantes suben a la web un pequeño vídeo, a la vez que responden el cuestionario que les preparó el programa. Un equipo integrado por quince personas se encarga de encontrar a la próxima generación del reality. Tras la fase de decantación, como denominan internamente a la primera criba de concursantes, los elegidos pasan a una prueba de cámara en la que deberán mostrarse tal y como son. Algunos llegan sin decírselo a su entorno más cercano. Otros son reincidentes, porque se han llegado a presentar hasta en tres ocasiones al proceso de selección sin éxito todavía.

«Buscamos gente divertida, simpática. Humor, historias. Gente que dentro de la casa nos entretenga», expone la directora del cásting, que cuenta el caso de una médico que superó un cáncer de mamá, con trabajo fijo y estable, que se presentó a GH porque «la vida son dos días». «Nos decía que quería vivir la experiencia. Es un reality que veía desde pequeña y quiere estar dentro porque GH es algo único», dice.

Pero, ¿cómo controla el equipo del programa a los «vendetrolas»? «Se va descubriendo. En todos los procesos de filtrado también hay unas entrevistas técnicas que hacen profesionales de la salud mental. Nuestro protocolo, que lo seguimos escrupulosamente, nos permite saber mucho de los aspirantes», explica Martín. «El 90 % de las personas que se han presentado es la primera vez que se han puesto delante de una cámara. Y no es lo mismo estar en tu casa, grabarte en tu habitación, a venir a que te hagan preguntas aquí», añade Colomina.