Chelo García-Cortés: «''Sálvame'' me enseñó a reírme de mí misma en un plató»

J. Moreno MADRID / COLPISA

TELEVISIÓN

A. Pérez Meca / Europa Press

La colaboradora compagina «Ni que fuéramos shh» con el debate de «Lazos de sangre» en TVE, donde se ha reencontrado con Jordi González

07 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Ambos se conocieron en la televisión pública catalana TV3 y ahora se reencuentran en un plató de TVE tras compartir unos años en Telecinco. La periodista Chelo García-Cortés (Ourense, 72 años) se incorpora al debate de Lazos de sangre que conduce Jordi González en La 1, mientras compagina esta nueva labor con Ni que fuéramos shh, la continuación de Sálvame en TEN y plataformas de streaming que ha parado en verano para regresar en septiembre con su segunda temporada.

La nueva entrega del formato de TVE (este miércoles a las 22.50 horas), que recuerda sagas familiares o históricos personajes relevantes de la crónica social, se fija en una de las parejas más queridas por el público, los cantantes Ana Belén y Víctor Manuel, en un documental en el que Lazos repasará su historia de amor y sus canciones. «En cuanto me llamaron no dudé, porque para mí es un lujo hacer este tipo de televisión», reconoce la veterana colaboradora

—¿Qué tal el reencuentro con Jordi González?

—Pues para mí es un lujo poder estar con Jordi porque luchó por mí para que colaborara en TV3. Yo he seguido hablando siempre en castellano y ahora tengo la suerte también de participar en un programa en catalán, en L’altaveu (magacine vespertino que se emite por La 2 de TVE en su desconexión para Cataluña), y lo hago en castellano. No por nada, sino porque me apetece hablar en castellano.

—Entonces, ¿no se pensó mucho decir que sí a su participación en «Lazos de sangre»?

—Para nada. Cuando veía a Jordi presentar Lazos de sangre yo me preguntaba: «¿Y a mí por qué no me llama? Si este me conoce». Este año coincidí en una fiesta con Alberto Maeso (el director del debate del programa), que ese sí que decide. En cuanto me llamaron, no dudé en aceptar porque para mí es un lujo hacer este tipo de televisión. Eso no quiere decir que la otra televisión no la pueda hacer. Yo combino con las dos.

—¿Cree que el corazón sigue interesando como antes?

—Yo creo que el corazón sigue funcionando, pero de maneras distintas. Ojalá que las revistas de papel no desaparezcan nunca. Somos los profesionales los que tenemos que hacer que no desaparezcan, porque hay que leer los periódicos, hay que mancharse las manos con las revistas. El corazón ahora en televisión lo hace cada uno a su manera y en su programa. Y yo me planteo otra cosa en la televisión.

—¿El qué?

—Desde que los colaboradores hemos salido en portadas de la prensa del corazón, todo ha cambiado. Pero lo veo como algo positivo. Hay programas como Lazos de sangre o De corazón, que hace Jordi, y son puramente de corazón. Y luego está el que hago yo en Ni qué fuéramos shh (la continuación de Sálvame en TEN), que es una forma de hacer televisión muy gamberra, pero corazón no es porque hablamos de nosotros mismos.

—¿Y cómo se ve en su regreso con sus excompañeros de «Sálvame»?

—Me siento más relajada. Me fui de viaje con ellos (grabó el docu-reality para Netflix en Miami y México). Estoy mucho más relajada porque quizás ahora me importa todo menos; me da igual lo que pongan en las redes sociales. He llegado a esa conclusión. Hoy te quieren y mañana no, pero a mí lo que me importa es tener a los antiguos compañeros que han estado conmigo, por ejemplo, en Mediaset y que ahora están en TVE; y me vienen a ver o trabajo con ellos, y eso es lo que me importa.

—¿Cuánto le debe a «Sálvame» en su vida profesional?

—A Sálvame le debo mucho. ¿Sabes qué pasa? Que Sálvame, porque le voy a seguir diciendo Sálvame, me enseñó a moverme en un plató y a reírme de mí misma. Creo que ha sido una escuela maravillosa. Ahora resulta que tengo que aprenderme nuevas palabras, como streamer. Yo estoy en las redes, pero no soy de Instagram, aunque eso me sirve para seguir haciendo tele.