La comunicadora ganó con un reivindicativo menú inspirado en su abuela y que dejó sin palabras a los jueces
03 dic 2024 . Actualizado a las 13:59 h.El paso de Inés Hernand por la novena edición de MasterChef Celebrity ha servido a la audiencia generalista para conocerla un poco mejor. Ella, madrileña de 32 años, saltó a la fama a través del programa Gen Playz, en el 2020, donde abordaban temas como la salud mental, el feminismo o el colectivo LGTB, destinado al público juvenil y que logró un premio Ondas. Antes tenía un canal en Youtube en el que hablaba de cuestiones legales, ya que Inés Hernand es abogada. En el 2021 comenzó a presentar un pódcast junto a Nerea Pérez de las Heras titulado Saldremos mejores.
Inés Hernand también es conocida por copresentar durante varias ediciones el Benidorm Fest. También acompañó a Mercedes Milá recientemente en el programa de La 1 No sé de que me hablas, entre otros espacios de la cadena pública. Si algo caracteriza a la comunicadora es no tener pelos en la lengua. Y prueba de ello son algunas de las polémicas que la han rodeado en los últimos tiempos.
Una de las últimas fue durante su cobertura de la alfombra roja de los premios Goya, cuando ante la presencia del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, se acercó a él,emocionada, para preguntarle cuál era la última película que había visto y su opinión sobre La Sociedad de la Nieve. Tras las respuestas del presidente, la colaboradora le gritó: «¡Eres un icono, presi, te queremos!» y regresó hacia su cámara gritando como una forofa.
Esta reacción, a la que ella respondió a través de X con un tajante comentario: «Me dedico al entretenimiento y sinceramente, me alegro de estar cumpliendo mi función», provocó las quejas del Consejo de Informativos de la cadena pública. Poco después dio más explicaciones en el pódcast de Carlota Corredera, Superlativas, sobre esta situación. Siempre indómita y sincera, la cómica, que confesó estar «algo preocupada y triste», y aseguró sentirse una «cabeza de turco de quien sea». Además consideró que hay algunos grupos que «no quieren que esté ahí» y calificó a Pedro Sánchez de «avenger» tras salir en su defensa en medio del huracán.
Su paso por MasterChef Celebrity tampoco ha estado exento de controversia. Y una de las primeras fue su amistad con otra de las concursantes, Cristina Cifuentes, que muchos de sus seguidores y fans no entendieron. Ella, siempre sincera, les replicó que su comentario de «Cristina es un icono», que hizo durante la presentación del programa en el FesTVal de Vitoria, donde dejaron clara su amistad a raíz del concurso. «Los prejuicios son malísimos, conviene dejarlos de lado. Dos personas tan diferentes como Inés y yo, que probablemente tú tendrías una opinión no buena de mí. Pues fue desde el primer momento amor a primera vista», decía la expolítica. «Yo he decidido, y ella me dejó, y me hizo el honor de prohijarla, y me ha convertido en su madre adoptiva. Es un gran orgullo que Inés me permita ser parte de su vida. Es un peluche grande», decía Cifuentes. Ante estos halagos, Inés Hernand era tajante en su cuenta de X: «No hay lejía en 20 planetas que blanquee al PP, querido. A ver si con un poquito de suerte, somos adultos todos».
Ya durante uno de los programas, Hernand, que participó de forma activa en el 15M, como ella misma ha explicado, le decía a Cifuentes. «Yo he asistido a manifestaciones en tu contra».
En la gala final de la novena edición de MasterChef Celebrity, Inés Hernand luchaba contra Marina Rivers, Francis Lorenzo y Pitingo. Los dos últimos se quedaron a las puertas del duelo final, y Marina Rivers se enfrentó a Hernand en una final muy reñida y emotiva. «Mil y una vidas» fue el nombre escogido por Inés Hernand para bautizar su menú, porque «la vida no es a la carta, pero sí podemos aprender a disfrutar el camino de lo que nos toque», como explicó. Arrancó el servicio con un entrante de patatas a la importancia deconstruidas, dedicado a todas las abuelas fuertes y resilientes. Cuando sus padres no estaban, siempre tuvo a su abuela y fue ella quien le enseñó todo. El plato gustó a los jueces y al chef invitado, aunque echaron en falta que las patatas embebieran el caldo. «Me parece impresionante cocinar desde un amor tan profundo. A mí el plato me encanta. Es un plato bonito, equilibrado, pero no son unas patatas a la importancia», dictó Dabiz Muñoz.
El principal, «Sacando la patita», era unas pechugas de pichón confitada a baja temperatura con shichimi togarashi, un puré de nuez pecana y ajo negro, una emulsión de berenjena y manzana y una ensalada de hinojo. Con este plato, Inés reivindicó la «búsqueda de la identidad» e hizo apología de la cultura del esfuerzo, porque gracias a ello se dedica a lo que le gusta. Un «platazo» para los jueces, que «podría estar en un buen restaurante». «Es espectacular, lo tiene todo. Todo está bien pensado e hilado», la felicitó el chef invitado.
Por último, sorprendió con «Zona de confort», un postre dedicado a su «familia elegida», sus amigos, con un helado de judía blanca y almendra, bizcocho de judía verde y menta, gelatina de lichi, cristal de isomalt y sopa de cereza fría. «Es un llamamiento para celebrar la vida» y a «despojarse de muchos prejuicios», explicó Inés Hernand.
Pepe Rodríguez exclamó: «Se te ha ido la olla con este postre», porque pensaba que sería «incapaz de hacer bien esa combinación de ingredientes y ha salido airosa». «Es de los platos más inteligentes que hemos tomado en mucho tiempo», dijeron. «Es la mejor forma para cerrar un menú increíble de alguien que demuestra inteligencia, afán de superación y chispa», le dio la enhorabuena Muñoz. «Para mí, que se entienda que lo que triunfa es la diversidad es el mensaje que quería dar. Este es un mundo muy grande que tiene que ser plural y diverso», afirmó Inés.
La ganadora Inés Hernand ha sido premiada con 75.000 euros para donar a una oenegé y un curso de fin de semana en el Basque Culinary Center de San Sebastián. Inés Hernand ha donado los 75.000 euros del premio a la Fundación Ared, dedicada a la integración social de personas en alto riesgo de vulnerabilidad, mayoritariamente mujeres, fomentando su autonomía a través de la formación y el acompañamiento integral. En la prueba final televisada esta madrugada (hay que subrayar que el programa terminó pasadas las dos la mañana) cada concursante tuvo que diseñar un menú completo compuesto por un entrante, un plato principal y un postre, en los que han tenido que demostrar todo lo que han aprendido durante su paso por el programa. El chef Dabiz Muñoz, con tres Soles Repsol, ha acompañado a los jueces del programa para valorar los platos de la prueba final.
Inés Hernand y su familia elegida
Como ya contó en varias ocasiones, Inés Hernand no tiene relación con su familia, ni siquiera con sus padres. Así que en la gran final la acompañó la que ella ha bautizado como «su familia elegida». Entre ellos están Guille, su pareja, un tímido disyoquei que ya acudió al programa anterior, la influencer Andrea Compton, y Nerea Pérez de las Heras, periodista con la que comparte pódcast.
Fue en su paso por Planeta Calleja, donde Inés Hernand explicó detalles de su falta de relación con sus padres. Junto a Jesús Calleja reveló algunos de los episodios más íntimos de su vida. Ahí se definió como una niña con una infancia feliz, que empezó tarde el colegio, «con seis años», criada entre las calles de Alcalá y Gran Vía. Se licenciaría en Derecho tras una incursión fallida en el mundo de la Historia del Arte y se define como «periodista narcisista frustrada» porque en su día no le dio la nota para cursar la carrera que ella quería. Complementaría sus estudios con lo que definió como el «Erasmus del pobre», lo que vino siendo «poner pintas en un pub» de Londres. Ese fue uno de los momentos más amargos. Llegó a la capital británica con 300 euros, teniendo que compartir cama con un antiguo profesor suyo de batería: «Tenía que comerme los restos de la comida de los clientes. Eso me ha generado estrés». Sobre su manera de ser apunta que para combatirlo tiene como herramienta el humor, pero que no siempre se siente comprendida: «Ser así tampoco es fácil. Esto tiene un precio, hay una estructura social que no absorbe tan bien a las tías así».
Sobre la ruptura con sus padres, aseguró que fue una «decisión inteligente por todas las partes». «Si no se lleva una bien desde hace mucho tiempo, eso se cronifica». «Los problemas son estructurales un poco de siempre... es una cosa que ocurre mucho en las ciudades a consecuencia de no tener tiempo para dedicarle a tus hijos. Ellos tenían mucho curro y siempre estaban fuera. No los culpo por ello. Yo he crecido mucho con mi abuela. Para mí, mi abuela era como mi madre». (Precisamente a ella hizo referencia durante la final de MasterChef Celebrity). La situación empeoró cuando ella se fue de casa con 18 años. «Los hechos un poco más fuertes fueron cuando tenía 25 años. Desde esa edad no he sabido nada más de ellos y tengo 31», recordaba. Ahondó indicando que «no porque te hayan parido tienes que tener una buena relación». «Es lo más justo para ambos si no hay un entendimiento y hay mucha bronca».