Alejandro Sanz se ofrece en «El Hormiguero» como mediador en la guerra Motos - Broncano: «Escríbele una nota que el lunes voy a su programa»
TELEVISIÓN
Aunque el artista visitó el programa de Antena 3 para hablar de su nuevo disco y la próxima gira, la entrevista acabó derivando en el ofrecimiento del cantante para que los dos comunicadores firmen la paz en su lucha por la audiencia
24 ene 2025 . Actualizado a las 18:23 h.Aunque muy diferentes, tanto El hormiguero de Antena 3 como La revuelta en La1 comparten cada noche tras la emisión de los respectivos informativos en sus cadenas, un mismo objetivo: conseguir conquistar a la audiencia con los mejores invitados. Desde que el pasado septiembre David Broncano, Ricardo Castella y Grison se mudaron desde Movistar + Plus a La1 para enfrentarse al veterano Pablo Motos, a punto de cumplir dos décadas en antena acompañado de Trancas y Barrancas, la batalla entre ambos formatos se recrudeció. La mayor guerra de la televisión en abierto de los últimos años. La lucha se libró más allá de los audímetros y tuvo su momento álgido el pasado 21 de noviembre, cuando estaba prevista la visita del piloto madrileño Jorge Martín recién conquistado el título de MotoGP. Sin embargo no pudo emitirse ese día, según Broncano por las presiones e influencia que ejerció el programa de Motos. «No es la primera vez», justificaba ante el público la ausencia en el Teatro Príncipe Gran Vía para dejar a los espectadores después viendo un documental sobre la berrea del ciervo.
Tras desvelarse esa práctica y la no entrevista al piloto «Martinator», es recurrente que haya comentarios entre las estrellas invitadas a ambos espacios, que al hacer promoción de sus trabajos aparecen a veces en uno u otro programa con escasos días de diferencia. Aunque todos confirman «la guerra abierta» entre Motos y Broncano, lamentan la circunstancia. El último en hacerlo ha sido el cantante Alejandro Sanz. Este jueves acudía a El hormiguero para hablar de su nueva etapa musical. Tras años vinculado a la discográfica Universal, pasa a Sony Music: «Una etapa preciosa, pero había que cambiar».
Pero por las cláusulas de confidencialidad del nuevo contrato con la disquera, poco más pudo desvelar que una de las canciones que tendrá el álbum, Hoy no me siento bien, una colaboración con el grupo mexicano Frontera.
Sanz, mediador en la guerra
Así que el cantante madrileño, que ha sido invitado por Motos muchas veces, pero también por su rival en las parrillas al programa de la competencia, se salió por la tangente y empleando como arma el humor y el chascarrillo, quiso mediar entre las dos personas más vistas en la televisión en nuestro país. «Vamos a hablar de lo que te pasa con David», dijo ante un presentador que, inicialmente, se mostró a la defensiva: «A mí no me pasa nada».
En su negociación pacificadora, propuso inicialmente deportes de raqueta, ya que Sanz reveló que «de vez en cuando» jugaba con Broncano. «Echamos partidos y está muy triste», aludía a cómo le estaría afectando supuestamente el enfrentamiento al presentador de Orcera. «Si no os pasa nada quedamos para jugar al paddle y al tenis», intentaba convencer a Motos el cantante. «Yo no juego al paddle y al tenis tampoco», fue su respuesta, ante la que el autor de Amiga mía o Corazón partío tiró de ironía para sacar una sonrisa al respetable: «Pues si no juegas al tenis ni al paddle... no me extraña que no tengas amigos».
Ahí no quedó la cosa y en un nuevo intento espetó: «Escríbele una nota que el lunes voy a su programa, porque como no me dejas ir primero al suyo, ya le llevo yo la nota». Ante las reticencias del de Requena, fue el propio Alejandro Sanz el que acabaría dictándole a Pablo la carta que, según comentó, la próxima semana entregará en La Revuelta: «Querido David, pelillos a la mar. Te deseo lo mejor. Espero que nos veamos pronto. Te quiero. Tu Pablo. Y a Ricardo y a Grison, también. Firmado: Pablo Motos».
El artista derrochó simpatía y acabó sacándole una sonrisa a Motos que quizás sea el comienzo de una hermosa amistad con Broncano. El próximo lunes, saldremos de dudas.