La actriz viguesa se somete a un cambio de imagen para transformarse en Nicole Kidman en una de sus películas más emblemáticas.
30 oct 2009 . Actualizado a las 14:07 h.Está saboreando el éxito y lo está disfrutando mucho. María Castro, la joven actriz que triunfaba en la TVG en todas las series en las que aparecía, a la vez que hacía sus pinitos como presentadora, dice que ya ha cumplido todos sus sueños. Y es que esa pelirroja simpática y sencilla es el blanco de todos los flashes vaya donde vaya. Como protagonista de Sin tetas no hay paraíso está experimentando el trabajo en una gran producción y la fama que conlleva trabajar en una serie de difusión nacional con máxima audiencia. Y ahora también estudia Periodismo.
No se queja de nada. Grabar de diez de la mañana a diez de la noche no le impide llevar una vida sencilla y viajar todas las semanas a su Vigo natal. Aquí sigue teniendo a sus amigos, a su familia y a su gente.
Este vertiginoso ritmo de vida ha sido un pequeño problema para Fugas a la hora de conseguir que María metiese en su agenda una sesión de fotos maratoniana en la que el objetivo era convertir a la famosa actriz gallega en otra de éxito internacional: Nicole Kidman.
El reto era inmenso, y la preparación de los estilismos para recrear las películas más emblemáticas de la ex de Tom Cruise ha llevado meses.
Pero nada escapa a la profesionalidad del estilista Ángel Nimo, que preparó todo lo necesario para que la guapa viguesa se convirtiese en la mujer mejor pagada de Hollywood.
De sencilla a sensacional
Moulin Rouge fue el primer objetivo. María, muy ilusionada por el cambio de look, que se pueden ver en vídeo en lavozdegalicia.es, nos cuenta que ella se viste habitualmente de manera muy informal. Vaqueros y camiseta forman parte de su uniforme, que se transforma en una imagen sexi y provocadora en la serie de Telecinco. No invierte mucho dinero en su vestuario, aunque reconoce que le gusta ir a la moda y ponerse muy guapa para ocasiones especiales. Cuida su precioso cabello pelirrojo desde que era una niña y, aunque igual lo lleva liso que rizado, recogido o suelto, siempre lo intenta cuidar con mascarillas e hidratantes.
Intenta no maquillarse y limpiar mucho su piel, además de hidratarla con la crema adecuada por aquello de dejar respirar a su pecosa piel, por lo que en este caso el peluquero y maquillador José Suárez puso todo de su parte para cuidar la tez de la gallega, que a cara lavada está guapísima.
Con la ayuda de Verónica Romero, peluquera, perteneciente al equipo de Florent Suárez Peluqueros (con varios centros en A Coruña) desde hace más de 5 años, y de Aida Ulloa, peluquera y maquilladora, imaginativa, creativa y con una visión extremadamente vanguardista de la moda, consiguió convertir a María en Nicole.
Con el rostro pálido, casi enfermizo (al igual que Nicole en la película), labios rojos y melena marcada, María Castro se enfundó en los modelos adecuados -esta temporada a la venta- para recrear a la hollywoodiense.
Un entorno de cuento
Solo faltaba un entorno adecuado para que el fotógrafo se pusiera manos a la obra.
La Casa da Xuventude era perfecta. Es la principal infraestructura de la concejalía de Xuventude del Ayuntamiento de Vigo. Es un edificio público, único en la ciudad y en toda Galicia, de gran valor arquitectónico. En ella se ponen a disposición de la juventud viguesa actividades y servicios adecuados a sus necesidades e intereses y en general para cualquier joven interesado en utilizarlos. Situado en la calle López Mora, 31 de Vigo, pocos saben qué actividades se realizan en esta casa que parece un castillo.
Todo estaba preparado y María se metió perfectamente en el papel... Bajo la lluvia y entre anécdotas, la actriz interpretó a la enfermiza Satin en una historia que se enmarca en el delirante mundo bohemio de París (para nosotros Vigo) a principios de siglo, donde la «modernidad» buscaba derribar el pensamiento convencional particularmente en las artes. También probó con modelos de Los otros, La brújula dorada y Australia. Pero eso lo veremos en próximos Fugas.