Lagerfeld volvió a utilizar el Grand Palais para recrear una naturaleza hostil y misteriosa, a juego con el poema que inspiró su colección, «Coloquio sentimental »
15 mar 2011 . Actualizado a las 12:57 h.Negro, blanco, gris y plata, pantalones anchos, chaqueta sobre chaqueta, o sobre bolero, y calzado confortable dieron ayer el tono Chanel para el invierno 2011-2012, presentado por Karl Lagerfeld sobre una pasarela humeante, en medio de un oscuro, inmenso y perdido bosque.
Lagerfeld volvió a utilizar el Grand Palais para recrear una naturaleza hostil y misteriosa, a juego con el poema que inspiró su colección, Coloquio sentimental (1869), con el que Paul Verlaine cerró sus Fiestas galantes. Acorde con el desencuentro narrado por el poeta simbolista de quienes apenas tienen ya nada que decirse, la sala quedó atravesada por un larguísimo podio al que daban acceso dos grandes compuertas también humeantes. El negro fue el protagonista con pequeños detalles de color.