Carmen Amoraga gana el premio Nadal

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La novela ganadora «La vida era eso» tiene como protagonista a una mujer que enviuda y se refugia en un mundo virtual

15 ene 2014 . Actualizado a las 10:18 h.

La escritora valenciana Carmen Amoraga ha sido la ganadora de la 70 edición del premio Nadal con su novela La vida era eso, una obra que tiene como protagonista a una mujer que enviuda y se refugia en un mundo virtual. La novela había sido presentada al premio bajo el seudónimo de Gino Paoli y el título ficticio de Senza fine, y la ganadora ha recibido el galardón de manos de Ana María Matute, vencedora del Nadal en 1959.

Giuliana, la protagonista de la novela ganadora del Nadal, ha perdido a su compañero; y Ana y María han perdido a su padre, por esta razón, la autora valenciana considera que La vida era eso es «una novela sobre la pérdida y su superación, sobre el hecho de que contar lo que nos pasa hace que lo podamos superar mejor, a pesar de que la manera de contarlo hoy haya cambiado, pero la esencia de la comunicación sigue siendo la misma».

Giuliana, añade Amoraga, recurre a las nuevas tecnologías, pero esencialmente es «una novela sobre el amor, sobre la pérdida, si bien en un sentido esperanzador, a pesar de que esa pérdida sea una desgracia, porque aprender a perder es también aprender a vivir».

La novela ganadora del Nadal, que publicará Destino el 4 de febrero, cuenta el primer año de duelo de «una mujer argentina que vive en un pequeño pueblo de Valencia con sus dos hijas y con su marido poco antes de morir».

Carmen Amoraga ha precisado que se inspiró en una amiga, Viviana, que como su protagonista, también es argentina y se quedó sola con sus dos hijas tras la muerte de su marido, pero «las coincidencias se acaban ahí, pues a partir de esa experiencia yo inventé una relación entre mujer y marido y sus circunstancias personales». Piensa Amoraga que «todos conocemos a alguien que ha perdido a su ser querido y ha colocado su fotografía en el perfil de facebook o en las redes sociales, y este es un fenómeno que la sociología tendrá que estudiar».

Decidió presentarse al premio Nadal, del que había sido finalista en 2007 porque es «muy inconstante» y necesita de metas para acabar lo que hace; y además, presentarse a los premios permite «conseguir un informe de los lectores que lo han leído».