Las sandalias de la marca alemana han pasado de ser el calzado típico de los guiris a ser el último grito en las pasarelas de alta costura desde París hasta Londres
24 abr 2014 . Actualizado a las 13:48 h.Para muchos, la última Semana de la Moda de París fue un auténtico despropósito en lo que se refiere a temática del calzado. Las modelos se bajaron de sus altos y estrambóticos tacones de antaño para desfilar bajo el confort de unos zapatos que hasta ahora considerábamos alejados del estándar de belleza. Lo que el año pasado parecía una moda pasajera, durante la presentación de las últimas colecciones se ha consolidado como la tendencia por antonomasia para las próximas temporadas. El primero en atreverse fue Karl Lagerfeld combinando sus diseños de alta costura de Chanel con zapatillas deportivas. Muchos lo criticaron, mientras que otros tantos aplaudieron eufóricos esta nueva tendencia y se apuntaron este complemento para sus próximas apariciones públicas. Carolina de Mónaco en el último Baile de la Rosa fue la primera de la que se prevé una larga lista de personas que decidan enfundarse sus deportivas con su vestido largo de gala para acudir a la alfombra roja de turno.
El caso del gurú de la marca francesa no fue el único en París, a pesar de que probablemente haya sido el más sonado y con más repercusión entre los medios de comunicación. Céline también se sumó a la moda de los ugly shoes, es decir, calzado sport o doméstico de marcado carácter antiestético, pero con una característica en común: la comodidad. En el caso de la maison francesa, encabezada por Phoebe Philo, apostó por las sandalias Birkenstock. A muchos, este nombre les sonará a chino, aunque se trate de una compañía alemana. Pero la cosa cambia si evocamos al típico turista de manual con sandalias beige o negras enfundado en calcetines blancos por Benidorm. Sí, el guiri que veraneaba en las playas españolas y que solo los padres más atrevidos se atrevían a copiar con el consiguiente grito al cielo de sus parejas o de sus hijas en edad adolescente.
Olvidadas en lo más profundo del armario, Céline decidió recuperar estas sandalias en su última colección, darle un toque chic colocando felpa en su suela y volver a ponerlas tan de moda que toda it girl y bloguera que se precie ya ha posado y salido a la calle con ellas. Alexa Chung, Ashley Olsen, Naomi Watts, Heidi Klum o Alba Galocha ya han caído rendidas, literalmente, a los pies de las Birkenstock -disponibles en todo tipo de colores y modelos en El Corte Inglés-. Pero no solo las mujeres han decidido recuperar un calzado cómodo hasta el último kilómetro que, sin embargo, era rechazado hasta ahora por los más puristas del estilo. Los chicos también se han sumado efusivamente a esta tendencia de retomar en el día a día las sandalias alemanas. Si no que se lo digan a Leonardo DiCaprio, que no ha tardado nada en desempolvar este agradable calzado veraniego.
Eso sí, cabe recordar que los calcetines blancos con sandalias siguen siendo tema tabú. O por los menos, por ahora. Habrá que esperar a la próxima Semana de la Moda parisina para averiguar si, como con las Birkenstock, pasarán de ser rechazados a completamente amados.