Una potencia en maíz forrajero

x.R. ALVITE REDACCIÓN / LA VOZ

TERRA

Imagen exterior de la finca Riobarba, en la que el maíz sigue siendo un cultivo muy destacado
Imagen exterior de la finca Riobarba, en la que el maíz sigue siendo un cultivo muy destacado PALACIOS

Galicia cultiva este año casi 70.000 hectáreas de esta gramínea, el 75 % de total estatal: en el 2021 se alcanzó una cosecha histórica, con más de 2,2 millones de toneladas de alimento

31 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

A las vacas gallegas les gusta el maíz. Además, les sienta tan bien que un animal de alta producción llega a ingerir hasta 40 kilos diarios. Tal es la importancia de esta gramínea, que la comunidad cultiva el 75 % de todo el maíz forrajero español. Durante el año pasado se sembraron en Galicia un total de 65.691 hectáreas de terreno que dieron lugar a una cosecha histórica de más de 2,2 millones de toneladas de alimento o, lo que viene siendo lo mismo, alrededor de 30.000 kilos por hectárea. Cantidad que este año se espera aumente por encima de los dos millones y medio al aumentar también la superficie plantada hasta aproximarse a las 70.000 hectáreas.

A semejanza del corn belt americano —cinturón maicero que se extiende a lo largo de seis estados del interior de Estados Unidos y donde se produce un tercio del maíz mundial— la producción española se concentra de forma mayoritaria en el norte de la península. Tanto es así que Asturias y Cantabria son, después de Galicia, las primeras regiones productoras del estado con 7.081 y 4.817 hectáreas respectivamente. Tras ellas se sitúa Navarra con 2.030 hectáreas, Aragón con 1.981 y Castilla y León con 1.934, sembradas el año pasado. Estas seis comunidades aglutinan el 85 % de la producción total de esta gramínea.

«Tanto por superficie como por rendemento, o millo é, dende hai anos, o cultivo anual máis importante en Galicia. A pesar dos elevados custos que supón a súa sementeira -alrededor de 1.100 euros por hectárea-, o beneficio que permite aos gandeiros é enorme. Como principal fonte de enerxía para o gando, xa é un alimento imprescindible para as explotacións leiteiras e cada vez máis empregado nas de carne», explican desde la Oficina Agraria Comarcal de Santa Comba, una de las principales zonas lecheras de la comunidad donde el maíz es, con diferencia, el cultivo mayoritario. Otro tanto sucede en comarcas como Ordes, Deza o A Terra Cha donde cada año se incrementa alrededor de un 10 % la superficie destinada a grano, según los datos que maneja la Consellería do Medio Rural.

En este sentido, los ayuntamientos más maiceros acostumbran a ser también los más punteros de la comunidad en cuanto a producción láctea. Es el caso de Mazaricos que, con casi 3.000 hectáreas sembradas este año, lidera un ránking gallego en el que le sigue Castro de Rei con 2.610 hectáreas y Santa Comba con algo más de 2.500. Destacada es también la superficie destinada a grano en Frades (2.104), Lalín (1.959) o en municipios como A Pastoriza, Trazo o Mesía donde se siembran alrededor de 1.800 hectáreas anualmente.

 El secreto está en el almidón

La explicación al auge que está experimentando el cultivo de esta gramínea durante los últimos años —se siembra el doble de terreno que hace escasamente dos décadas-— hay que buscarla en su elevado valor nutricional. Una circunstancia que cobra aún mayor relevancia en un contexto de altos precios de los piensos como el actual.

Porque si la soja, el ingrediente principal de los concentrados alimenticios animales, aporta proteína, el maíz es la principal fuente de energía para las vacas lecheras. En la espiga se encuentra el almidón, un hidrato de carbono de gran calidad para mantener las funciones vitales de los animales y que, en el caso de este cultivo, debe guardar cierto equilibrio con la digestibilidad de la fibra que aporta el resto de la planta. Los expertos destacan el gran trabajo realizado en el campo gallego que en poco más de dos décadas ha logrado duplicar los porcentajes de almidón del maíz gallego hasta situarlos por encima del 30 %.

«Nos últimos anos mellorouse moito a calidade das colleitas. Tanto no referente á produtividade das sementes como na forma de conservar o ensilado, aspecto este último tan importante como o propio feito de ter unha boa colleita», apunta Marcos García, ingeniero agrónomo y asesor técnico de Bayer, primer fabricante mundial de semillas que destaca la polivalencia de este cultivo para las ganaderías gallegas.

«Ademais do ensilado da planta enteira, cada vez máis granxas optan por aproveitar unicamente a espiga, facendo o chamado gran húmido, un produto de elevado valor nutricional que adoita ter unha composición de entre un 60 % e 70 % de materia seca e un 70% de almidón. Valores moi importantes para unha ración de calidade e a un prezo axustado», explica.