
La prolífica trayectoria de Víctor Fernández ofrece pistas sobre su propuesta para el Deportivo
12 jul 2014 . Actualizado a las 14:22 h.Si algo tiene Víctor Fernández es historia. Una larga trayectoria en la que fijarse para buscar pistas de cómo será el Deportivo de la próxima temporada, a solo dos días de que el nuevo proyecto eche a andar.
Riesgos defensivos
Defensa adelantada
Hay récords que parecen inasequibles a cualquier aspirante. Esa pinta tenía el de Bubka antes de Lavillenie; y la tiene aún el de Xavi Aguado, por mucho empeño que le ponga Sergio Ramos. El de Camas persigue el puesto de honor del emblemático capitán del Zaragoza en las estadísticas históricas de la Liga. El central catalán fue expulsado 18 veces en Primera. Cifra que solo ha igualado Pablo Alfaro (necesitó jugar casi cien partidos más) desde que se estrenó el campeonato.
Curiosamente, los dos futbolistas que más rojas han visto en la máxima categoría compartieron plaza de estreno: La Romareda. Allí coincidieron un par de temporadas; la segunda, la del estreno de Víctor Fernández. Cuando le preguntan a Aguado por su récord, él invita a tirar de videoteca y proclama que ningún jugador tuvo que abandonar jamás el campo por una entrada suya. La mayoría de las tarjetas que vio respondieron a su condición de último hombre en el equipo maño.
Y es que el técnico que conquistó una Copa del Rey y una Recopa de Europa con los blanquillos apostó desde sus inicios (a los 30) por adelantar líneas e intentar que la bola pasase más tiempo en campo rival que en el propio. Las zagas que alista el nuevo míster del Dépor pasan en tensión todo el partido. Cuando ha podido elegir, ha optado por centrales con envergadura pero capacitados para el esprint (el ejemplo sería Sergio, al que dirigió en el Celta primero y el Zaragoza después).
Por ahora, en A Coruña dispondrá de Insua y Lopo. El segundo ya demostró la pasada campaña que sufre con muchos metros a su espalda. Ese es uno de los puestos en el que la directiva blanquiazul está dispuesta a hacer un esfuerzo y no se descarta que haya dos incorporaciones.
Subidas de los laterales
Asociación constante con los extremos
No se esperan novedades en los laterales, donde el Dépor cuenta con hasta cinco especialistas. Muy al contrario, se anuncia una dura pelea por la titularidad. En principio, y si el entrenador no cambia su baremo previo, tendrán ventaja los de perfil más ofensivo.
Velasco y Juanfran, dos futbolistas de largo recorrido, fueron clave en los mejores momentos de Víctor Fernández en el Celta. Un equipo en el que llegó a reubicar a Celades o a Karpin en un costado de la zaga para potenciar el juego asociativo.
En su habitual trabajo por parejas, el técnico maño otorga una enorme importancia al entendimiento entre el lateral y el interior, tanto en las coberturas como en las irrupciones del defensa para llegar a línea de fondo y buscar el centro.
Una misión en la que tienen contrastada experiencia tanto Luisinho como Canella en la banda izquierda. En la derecha, sin embargo, Seoane es el único que tiene la del pase en carrera entre sus virtudes. A Laure y Manuel Pablo les cuesta más generar peligro en terreno rival. El madrileño (titular indiscutible para Fernando Vázquez) tiene en su intensidad defensiva la gran baza para mantener el puesto.
Talento organizativo
Controlar los partidos desde la posesión
Es probable que el mayor cambio que depare el relevo en el banquillo se perciba en la medular. El míster que consumó el ascenso lo consiguió a través de una férrea disciplina táctica y la velocidad en las transiciones tras recuperación. Los futbolistas del Dépor hicieron más kilómetros que nadie, aunque no fueron tantos los recorridos con la bola en los pies. El plantel de circunstancias llevó a Vázquez a apostar por el repliegue y por darle el timón al rival. Fórmula que chirría en el ideario de su sucesor. Víctor Fernández proclamó en su presentación una apuesta por «ese fútbol que gusta». El que le dio fama y títulos.
Para crearlo tiene por ahora a sus órdenes a Juan Domínguez. Único organizador en nómina al que en la secretaría técnica buscan compañía urgente. El canterano sigue además sin renovar un contrato que expira al concluir la próxima campaña.
Pese a que se aferre a una idea, el entrenador maño no se encorseta en un esquema único. Ganó la Recopa del Zaragoza con un 4-4-2 y la Intercontinental del Oporto con un 4-3-3, por ejemplo. El Celta bailó a la Juve con un par de centrocampistas de corte más defensivo, como Makelele y Giovanela.
A ese último perfil responden Bergantiños y Wilk (el polaco estaba próximo a dejar A Coruña antes del cambio de técnico). También Enoh, uno de los pretendidos por el Dépor. Bruno Zuculini también tiene condiciones de recuperador, pero con más tendencia ofensiva.
Llegada sorpresa
Una segunda línea con gol
Diego Ribas, Mostovoi y Poyet (reconvertido de delantero centro a mediapunta o centrocampista) representan al jugador de segunda línea que gusta al nuevo míster blanquiazul. Futbolistas con talento para el último pase, pero también para buscar el disparo lejano o pisar el área rival apoyando el trabajo de desgaste de los delanteros.
De ese tipo de jugadores está huérfano todavía el Deportivo. Las características de las últimas incorporaciones (Lucas y Cuenca) son más las de un extremo o quizá un segundo punta.
En cuanto a los arietes: Esnáider, McCarthy, Palermo, Luis Fabiano, Diego Milito... Rematadores de envergadura a los que buscar con centros al área, y capacitados para arrastrar marcadores abriendo espacios. Lo que hay (Borja y Toché) se acerca al perfil, pero en el puesto de 9 llegarán las principales novedades.
El peso de los veteranos
La curiosa excepción de Bruno Gama
A tenor de su currículo, la fe de Víctor Fernández en los filiales siempre ha sido limitada. El aragonés es de esos técnicos que prefiere confiar en lo conocido; apostar por la veteranía. No hay muchos jugadores que hayan estrenado con él sus convocatorias en el primer equipo.
La más curiosa de las excepciones, por su vínculo con el Deportivo, quizá sea la de Bruno Gama. El luso había sido comprado por el Oporto a los 16 años. Aunque la intención de los de O Dragao era foguearlo en el filial, Víctor Fernández le dio la oportunidad de sumarse al plantel de los mayores en varios entrenamientos. Quizá influyese la racha de lesiones y castigos -Diego, Derlei, Pepe y Maciel pasaron a entrenar con el B por retrasar su regreso tras las vacaciones navideñas-, pero el extremo tuvo en el maño a su primer tutor entre los grandes.